La ley de Godwin es un enunciado relativamente popular que defiende que: “A medida que una discusión en línea se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno”, según pone en Wikipedia.
En el caso español bien se podría decir que ese equivalente es la ficción seriada más popular de su historia: Aquí no hay quien viva. Una prueba: este fin de semana, después de que Malena Alterio ganara el Goya a mejor actriz, las redes se llenaron de comentarios que referenciaban más su rol como Belén López Vázquez que a la película por la que obtenía el premio.
La frecuencia con la que Aquí no hay quien viva protagoniza titulares no tiene comparativa con otra serie (española) cuya emisión ya haya acabado.
El edificio en cuestión
La fake new que nos ocupa (paparrucha, si nos atenemos con precisión al léxico) apela a una noticia recurrente. Un mito que se potencia eventualmente cuando tal o cual persona lo menciona en X o en TikTok.
Unas semanas atrás lo decía un usuario de X (@lladergasmo) que decía: “Mis colegas van a Madrid a ver el Retiro y pasear por el centro. Yo he venido a ver esto. Bloque histórico”.
Y automáticamente distintos medios de cualquier pelaje se servían de esa percha para asegurar que ese edificio ubicado en el 14 de la calle Colón es, irremediablemente, el bloque en el que los hermanos Caballero se inspiraron para crear la serie.
El parecido estético entre el de la ficción y el de Malasaña es evidente e innegable, sí, y cambiando la fontanería del bajo por un videoclub podría parecer el set de rodaje de la serie.
Incluso el Ayuntamiento de Madrid dice lo siguiente en un programa sobre relaciones entre ciudad y ficciones seriadas: “La comunidad de vecinos más famosa del país se encuentra en Desengaño, 21, si bien en esta calle no hay ningún edificio con esa numeración. Sin embargo, los creadores de la serie sí se inspiraron en un inmueble cercano para recrear la fachada de la serie: el 14 de la calle Colón”.
Pero, ¿por qué no es el edificio?
El periodista Javier P. Martín (autor también de un libro que recoge la historia oral de la serie) publicó hace un par de años un reportaje que es una extensa disección de Aquí no hay quien viva.
En el reportaje, Juan Botella, director de arte de la serie, dice lo siguiente: “Hay un edificio en la calle Hortaleza, antes de llegar a Fernando VI, que es muy bonito. Uno de los locales comerciales es una farmacia. Tiene tres plantas y unos áticos con unas terrazas, dos locales comerciales, es un edificio muy bonito y muy raro. Yo siempre pensaba que ese era el edificio”.
Un edificio, curiosamente, cuya autoría le corresponde a Arturo Pérez Merino, arquitecto de uno de los edificios más raros y provocadores (si se acepta la mojigatería) de Madrid: la Casa Genital de Conde Duque.