La infancia, ese país de la ausencia a ojos de la poeta Gabriela Mistral, se vació este sábado un poquito más. Francisco Ibañez (Barcelona, 1936 – Barcelona, 2023), el creador de Mortadelo y Filemón, moría dejando tras de sí una herencia compartida y transgeneracional.
“Nos deja el enorme legado de su lucidez, sentido del humor y más de 50.000 páginas con personajes memorables que han hecho felices a un gran número de lectores”, decía la editorial Penguin Random House a través de Twitter.
El mismo día, el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid también se hacía eco del suceso y añadía “en Rivas, sus cómics y personajes nos acompañan cada día desde que, hace ya años, decidimos llamar a algunas de nuestras calles Rue del Percebe, Mortadelo y Filemón (…)”.
Ha fallecido el gran historietista Francisco Ibáñez. En Rivas, sus cómics y personajes nos acompañan cada día desde que, hace ya años, decidimos llamar a algunas de nuestras calles Rue del Percebe, Mortadelo y Filemón, Rompetechos o Pepe Gotera y Otilio. Hasta siempre, maestro. pic.twitter.com/mGAh2YL7kj
— Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid (@AytoRivas) July 15, 2023
El barrio de Francisco Ibáñez
Unos años remite concretamente a dos décadas atrás. Fecha en la que el Ayuntamiento proyectó el conocido como barrio del cómic, momento en el que aprobó poner quince calles que recibieron el nombre de las creaciones de Ibañez.
El grado de surrealismo es tal que casi recuerda a una de sus obras o incluso a las del escritor francés Georges Perec –concretamente a la rue Simon Crubellier de La vida. Instrucciones de uso y a esa idea de fachada descubierta en dos dimensiones.
El país que Ibañez dibujó desde la hipérbole, la sorna y la astracanada se parece a veces al que vivimos. E igual que ahora hay quien pasea por Blasco de Garay familiarizado con la calle, pero sin saber que el tal Blasco fue un marino e inventor toledano, dentro de unos años habrá quien ande por las calles de Rivas pensando que el botones Sacarino fue realmente un botones de importancia municipal e incluso nacional.