Puede que Madrid no tenga un gran río que atraviese la ciudad, como si ocurre en capitales como Roma o París, pero sí tiene 125 hectáreas de céntrico parque, gracias a El Retiro. Desde el 25 de julio de 2021 es reconocido, junto al Paseo del Prado, como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
En origen fue creado como zona de descanso y recreo para Felipe IV en el siglo XVII, pero la época de esplendor del Buen Retiro llega con Fernando VII que es cuando se lleva a cabo la replantación del parque y se construyen la Casa de Fieras, el Real Embarcadero y el Jardín de Caprichos o Reservado, del que quedan algunos edificios como la Montaña Artificial y la Casita del Pescador.
Durante la Guerra de Independencia sufre varios destrozos, ya que fue utilizado para fortaleza y acuartelamiento por los franceses. Durante el siglo XIX se utilizó para algunas de las exposiciones internacionales que se celebraron en la ciudad, por las que se construyó el Palacio de Velázquez y el de Cristal. Y desde 1935 es Jardín Histórico Artístico de uso público para los ciudadanos y uno de los pocos espacios verdes del centro de Madrid.
Fuente del Ángel Caído
Dicen que la estatua del Ángel Caído se encuentra, curiosamente, a 666 metros sobre el nivel del mar. También, que, si lo vemos desde el cielo en plano cenital, podríamos trazar una estrella de cinco puntas (o un pentágono) siendo cada una de ellas un camino diferente de El Retiro.
Lo que sí podemos afirmar con rotundidad es que es una bellísima obra de Ricardo Bellver, artista que, inspirado por El paraíso perdido de John Milton, se puso manos a la obra para esculpir esta pieza en la que Luzbel (Satanás), atrapado por una colérica serpiente, cae al suelo sin poder utilizar sus alas.
Y recuerda: si la quieres observar detenidamente y desde más cerca, existe una réplica que podrás visitar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Florida Park
Hay un famosísimo vídeo en el que Lola Flores, llevada por la pasión de su actuación, menea la cabeza de lado a lado haciendo volar algo hacia el público. Era su famoso pendiente: “se me ha caído un pendiente en oro; no se puede perder, ustedes me lo vais a devolver que mi trabajito me costó”. Dicen que este pendiente, perdido en 1977, se encontró en 2019 en plenos trabajos de reforma del Florida Park, cuando los operarios se toparon con la joya bajo una loseta.
Esta es solo una de las fantasiosas anécdotas que tuvieron lugar en el Florida Park, lugar por el que pasaron desde Tina Turner a Ava Gardner, de Luis Miguel Dominguín a Raffaella Carrà. Ay, si las paredes del Florida Park hablasen.
Este edificio nació a principios del siglo XIX de las manos de Fernando VII, que hizo construir aquí un “capricho”, una de esas edificaciones que servían para el disfrute y el esparcimiento de los más privilegiados, bajo el nombre de “la casa del contrabandista”. Años más tarde, se reconvirtió en balneario, uno en el que no paraban de hacerse reuniones, meriendas, fiestas… Así que, muy a la madrileña, ¿por qué no cederlo como restaurante?
Así nació el Viena Park en 1925, que acabó convirtiéndose en Florida Parque tras la Guerra Civil. La jarana es su esencia desde entonces. Y es por eso que hoy en día acoge las fiestas más rocambolescas de la ciudad.
Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías
Fernando VII, además de sus caprichos, inauguró en estos jardines del Buen Retiro la llamada Casa de Fieras. Un zoo a la moda de la época en el que se mezclaba el puro interés científico con el espectáculo y que acabó trasladándose en 1972 a la Casa de Campo. En su interior se encontraban tigres, hienas, un chacal, una pantera, monos, gacelas africanas… además de animales disecados. Desde 2013, en cambio, en su interior se alojan libros, sabiduría y salas de estudio en la llamada Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías (en honor al filósofo barcelonés).
Palacio de cristal
Es, junto al estanque, uno de los puntos más visitados y conocidos del parque. Solo el año pasado, cerca de un millón y medio de personas atravesaron sus puertas. Por no hablar de los muchos que, sin llegar a acceder, posaron desde fuera para guardar en sus teléfonos móviles un bonito recuerdo de este edificio de cristal construido en 1887 con motivo de la Exposición de las Islas Filipinas que se celebraba ese mismo año.
Es obra del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco y está inspirado en el Crystal Palace que se había levantado en Londres varias décadas antes. Actualmente (y es por eso por lo que conocemos el número de visitantes que recibió en 2022), sirve como centro de exposiciones temporales del Museo Reina Sofía. Un espacio donde naturaleza, clasicismo y arte moderno se dan la mano.
El ahuehuete
Un ahuehuete es un tipo de árbol de origen mexicano. De hecho, hace ya más de un siglo que se le considera símbolo nacional del país. Pero… ¿qué tiene de especial este árbol en un parque de estas dimensiones, donde si algo hay, eso es árboles? Muy sencillo. El ahuehuete de El Retiro está considerado el árbol más antiguo de El Retiro y quizás de toda la ciudad de Madrid.
Aunque no hay consenso alrededor su edad, la teoría más apoyada es que data de 1632, lo que significaría que este inmenso arbolito tendría cerca de cuatro siglos. ¡Casi nada! 400 años de la historia de Madrid que han ido grabándose en los anillos de su tronco como si de una enciclopedia se tratase. Este singular ahuehuete (o abuelete, ya que estamos) ha sobrevivido a la ocupación francesa, a revueltas populares, una guerra civil, y hasta a Filomena. Y aún le queda mucho por vivir, pues existen árboles de su variedad de más de 2.000 años.
Estatua de Juana I de Castilla
La escultura en homenaje a Juana I de Castilla es la más reciente incorporación al paseo de las Estatuas o los Reyes (oficialmente, el paseo de Argentina): se instaló en abril de 2022 y se colocó en el único pedestal del paseo que permanecía vacío, junto a los 13 reyes que lo completan. Es una obra de la artista Iría Groba Martín, realizada en piedra caliza, y mide 2,75 metros de altura.
El Ayuntamiento de Madrid justificaba entonces el tributo «a esta monarca injustamente tratada por la historiografía como Juana la Loca que, sin embargo, fue la soberana de mayor reinado en el tiempo de la historia moderna española».
El estanque grande
No le descubrimos nada a nadie hablando del estanque grande de El Retiro, pero sería imperdonable no hacerlo teniendo en cuenta que es uno de los enclaves más icónicos del parque, dentro y fuera de las fronteras de la región. Presidido por el imponente monumento a Alfonso XII, en sus aguas se puede ver habitualmente a grupos de gente paseando en las barcas e incluso competiciones de otras embarcaciones como las yolas.
Durante el verano suele ser un enclave en el que se organizan actividades culturales, como conciertos gratuitos al aire libre.
La noria de agua
Es posible que mucha gente no sepa que en El Retiro hubo una antigua noria de agua del siglo XVII y que, desde el verano de 2021, una reproducción de esa misma noria se puede ver funcionando de forma ininterrumpida. El artefacto se descubrió en la zona que se conoce como el Huerto del Francés, durante unas excavaciones arqueológicas que tuvieron lugar entre 1996 y el año 2000, y formaba parte de una red de norias que suministraban agua al parque.
Debido a su mal estado de conservación, el Consistorio madrileño optó por sustituirla por una copia exacta de la noria de madera, respetando tanto su diseño como las medidas originales.
Palacio de Velázquez
El palacio de Velázquez está cerca del palacio de Cristal y es una de las sedes expositivas del Museo Reina Sofía. Este edificio historicista construido en 1883 toma el nombre del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco. Para los azulejos que decoran toda la fachada se encargaron al ceramista Daniel Zuloaga. Fue concebido como pabellón principal de la Exposición Internacional de Minería, Artes Metalúrgicas, Cerámica, Cristalería y Aguas Minerales de 1883, sigue el modelo que Joseph Paxton estableció en el Crystal Palace de Londres en 1851.
La Rosaleda de El Retiro
La Rosaleda de El Retiro es uno de los lugares más románticos de Madrid, especialmente entre mayo y junio, meses de esplendor de los 4000 rosales que ocupan los parterres.
El alcalde de Madrid en 1915, Carlos Prats, quería un espacio más sofisticado y le encargó a Cecilio Rodríguez, Jardinero Mayor de la Villa, el diseño de este jardín, a imitación de las de otras ciudades europeas. Previamente, aquí había un estanque que solía congelarse en invierno y era usado como pista de patinaje por los madrileños.
Jardines de Cecilio Rodríguez
Los Jardines de Cecilio Rodríguez, ubicados en la zona sureste de El Retiro, toman el nombre del jardinero al que hacemos referencia justo arriba y que también diseñó este espacio años más tarde (en 1940). El reconocimiento a su trabajo, además de por su maestría, también se debe a que se dedicó a ello desde los 8 a los 88 años.
Este es un jardín cerrado dentro del propio recinto, así que antes de visitarlo hay que consultar los horarios del parque, que pueden variar.
El Parterre y El Casón del Buen Retiro
En el lado oeste de El Retiro encontramos el Parterre, un jardín rectangular que forma un eje entre la Fuente de la Alcachofa y el Casón del Buen Retiro. La distribución de esta zona del parque está basada en los jardines de los palacios barrocos franceses. Las líneas perfectas que trazan sus caminos, los setos simétricamente podados y los dibujos creados con flores nos trasladan directamente a Versalles (a pequeña escala).
La puerta de Felipe IV conecta El Parterre con El Casón del Buen Retiro, edificio que formaba parte del Palacio del Buen Retiro y que en la actualidad acoge la Biblioteca y Centro de Estudios del Museo del Prado. Esta construcción que data de mediados del siglo XV esconde en su interior uno de los frescos más bonitos de la capital pintado por Luca Giordano en lo que algún día fue el Salón de Baile del palacio. En la actualidad, se puede visitar la biblioteca de forma gratuita, siendo además una de las mejores colecciones de libros especializados en arte de España, con más de 150 mil ejemplares.
Madrid a Tempo: Centro Cultural Casa de Vacas
El espacio cultural Madrid a Tempo, también conocido como la Casa de Vacas, es un edificio situado a escasos metros de la entrada al embarcadero del parque. Aunque en la actualidad alberga dos salas de exposiciones y un teatro con capacidad de 150 personas este edificio fue desde su construcción en 1874 hasta principios del siglo XX una vaquería donde se vendía leche recién ordeñada.
La oferta de este Centro Cultural es diversa y se encuentran obras de teatro (tanto infantiles como para adultos), presentaciones de libros o exposiciones de artistas contemporáneos. La terraza exterior, en la cual es habitual ver a skaters practicando trucos, también se emplea hoy en día como espacio expositivo para obras escultóricas monumentales como las de Víctor Ochoa o Manuel Pereda.
El Quiosco de Música
El quiosco o templete de El Retiro es uno de los pocos vestigios de lo que a principios del siglo XX fue la zona de recreo del parque, cuyo acceso era de pago. Desde 1905 hasta la actualidad este templete ha presenciado cientos de conciertos al aire libre, creciendo el espacio dedicado para el público de forma simultanea a la ciudad. En la actualidad ya no hay solo espectáculos de bandas y orquestas sino que también podemos encontrar hasta clases de salsa o swing.
Bibliotecas populares
La estantería –las estanterías– es de ladrillo y cerámica y lleva cien años en el parque. No hay estanterías en parques, pero sí las hay en el parque más famoso de Madrid. El término que define la funcionalidad de las bibliotecas populares es el de bookcrosing: coges un libro, lo lees y lo depositas en el mismo sitio o en otro distinto.
Tienen una utilidad comunitaria y su uso e historia se remonta a la década de entre 1926 y 1936. Antes de la Guerra Civil llegó a haber hasta seis estanterías de ladrillo repartidas por toda la ciudad. Ahora solo quedan dos. Una en los Jardines de Herrero Palacios –antigua Casa de Fieras– y otra cerca de la fuente del Ángel caído.
Fuente egipcia
La tripona, la gorda, la canopa o la fuente de Osiris (sin Osiris). Cada cual le da el nombre que quiere. El porqué de estos nombres con cierta retranca radica en la figura que atrae miradas: un vaso funerario (o canopo: urna para guardar vísceras en la ancestral cultura egipcia) coronado por la cabeza de un Dios egipcio.
La principal peculiaridad de la fuente egipcia de El Retiro es lo que le falta más que lo que tiene. La fuente egipcia fue coronada por una réplica de Osiris, que presidía un podio que hoy nadie ocupa. Y ahora una asociación pretende recuperarla.
Monumento a Alfonso XII
La estatua ecuestre del rey Alfonso XII que preside el emblemático lago de El Retiro contiene un habitáculo desde el que se puede contemplar el parque en 360º. La escultura fue obra de Mariano Benlliure, autor de algunas de las piezas que adornan la fachada del icónico edificio Metrópolis o la estatua de Quevedo en la glorieta a la que da nombre.
Una escultura que se enmarca en todo un entramado y que tiene la forma de columnata semicircular de 86 metros.
Este artículo ha sido escrito a doce manos por Alberto del Castillo, María F. Carballo, Isabel Nieto , Javi Bisbal, Miguel Sánchez y Elena Francés.