En estos platos hondos solo hay hueco para recetas maravillosas sin comparación.
Hasta hace poco comer tortilla o croquetas en un cuenco se reservaba a los domingos de resaca en los que fregar un plato llano, o cualquier pieza de la vajilla, supone un tormento físico y mental. Pero la fiebre de la comida en bols está revolucionando la ciudad a base de cuenco, cuchara (o no) y cocina de la buena.
Entre todos los bares que surfean la ola del bol sobresale un sitio especial cuya raíz nace de la cultura del plato hondo. Se llama Bowl Bar (Calle Quintana, 28), está en un semisótano encantador de Argüelles y lo peta desde el mismo momento en que abrió sus puertas.
Porque va más allá del numerito al que nos someten otros restaurantes pseudomodernos, los quiero-y-no-puedo-ser-original. No todo cabe en los cuencos de Bowl Bar. Solo se sirve la ración justa de unas recetas deliciosas, variadas y muy particulares.
Como ese bol de tortilla deconstruida en diferentes capas y cuya mezcla enamora a los que suspiran por el huevo casi crudo (la única manera respetable de comer tortilla, cabe decir).
Entre otras delicias están las croquetas a nuestra bowlera, más parecidas en apariencia a unas natillas que a nuestras queridas bolitas de bechamel empanada. La pinta es distinta, pero la consistencia y el sabor son tan auténticos como los de tu abuela.
Otras estrellas del cuenco son el steak bowl tartar con helado de mostaza, el nabemono (un guiso japonés de cangrejo y trufa) y el poke bowl de la casa (tener un restaurante especializado en cuencos y no tener poke está tipificado como pecado en la Biblia Michelin).
Y de postre, algo salado: tarta de queso al horno que no sabe dulce, y que se cocina dentro del propio bol. Hay que pedirla con media hora de antelación, pero no pasa nada: toda expectativa que imagines en esos treinta minutos se quedará corta al saborear el resultado.
Bowl Bar trabaja con una cocina ininterrumpida, y aseguramos que hay un bol para cada hora del día: desayuno, brunch, merienda, comida, cena y recena.
Localización: Calle Quintana, 28 (Argüelles)
Horario: De martes a viernes de 9:30 a 00:00 h. Sábados de 10:30 a 00:00 h. Domingos de 10:30 a 16:30. Lunes cerrado.
Precio: 15-20€
Más info: en su web oficial e Instagram.