1,5 grados. Esa es la temperatura que nos separa de catástrofes climáticas como la desaparición de los glaciares. Y 1,5 grados es precisamente el título que el estudio de arte multimedia Eyesberg ha elegido para su obra inmersiva en el marco de LuzMadrid: una intervención que transformará el Castillo de la Alameda de Barajas en un gran iceberg de luz.
La obra de este estudio, dirigido por José Valiña, pretende concienciar sobre la importancia de los glaciares para la vida en nuestro planeta y la necesidad de cuidar y proteger el medio ambiente, reduciendo las emisiones de CO2. Resaltando la belleza de estos grandes bloques de hielo mediante grabaciones que interactúan con proyecciones, láseres, leds, efectos digitales y música, Eyesberg transformará el castillo en un gran iceberg luminoso.
Pero esta no será la única intervención que ilumine Barajas desde el 28 de octubre, un día antes de que comience la programación del resto del festival. En la plaza del Mercurio, el estudio francés Chevalvert ha preparado una pieza inmersiva que transforma una experiencia tan individual como es el latido del corazón en una vivencia colectiva.
Rhytmus es el título de esta pieza, construida a base de tótems de luz interactivos dispuestos en forma de círculo. La experiencia requiere de dos participantes que conectan entre ellos, con la instalación, el público y el espacio a través de su cuerpo. Los tótems son capaces de transformar el latido del corazón de esas dos personas en imágenes, que varían según las similitudes o diferencias del ritmo cardíaco de quienes participan.
Ambas instalaciones se iluminarán del 28 al 31 de octubre en Barajas, sirviendo como prólogo al resto de la programación de LuzMadrid, que arrancará en el resto de la ciudad a partir del 29 de octubre. Las propuestas lumínicas para esta primera edición suman más de 20 experiencias inmersivas e instalaciones de artistas de distintas disciplinas, repartidas por la capital.