Los antiguos propietarios continuarán cocinando la famosa salsa para el nuevo bar que ocupará el lugar del San Lorenzo.
Uno de los casi extintos bares típicos de Lavapiés, el San Lorenzo (calle Dr. Piga, 3), se ha despedido de sus parroquianos hace unos días. No hemos superado todavía el cierre de la librería más antigua de Madrid y ya nos toca vestir el luto de nuevo. Pero el panorama no es tan negro esta vez: las patatas rizadas con salsa secreta no se van a ninguna parte.
Esta salsa de receta inexpugnable ha sido uno de los reclamos principales del San Lorenzo durante casi 70 años. Ahora que sus dueños, los gallegos Nemesio y Lola, dejan el negocio, lo lógico sería que la salsa maravillosas dejara de mojar esas patatas. Pero ellos no quieren que eso suceda.
Por eso, los propietarios van a seguir preparando la salsa para el nuevo bar, manteniendo viva su leyenda y dejando un pedacito del San Lorenzo en el lugar donde siempre estuvo. Es lo que tienen los «bares muy bares» de la capital, que no se olvidan fácilmente.
El nuevo bar heredará la barra metálica y los azulejos del San Lorenzo, testigos de la transformación del barrio familiar que un día fue Lavapiés a su actual eclosión hipster. Y en la carta estarán las patatas con la salsa cuya receta custodiarán Nemesio y Lola, sus guardianes de toda la vida.