En Madrid, los mercados de Navidad no solo se relacionan con juguetes, adornos y otros posibles regalos para colocar debajo del árbol cuando llegan los Reyes, sino también con una oferta gastronómica de lo más apetecible cuando bajan las temperaturas: castañas asadas, hamburguesas, platos calientes típicos de la ciudad y, por supuesto, dulces navideños.
El mercado de Nuevos Ministerios, organizado por El Corte Inglés de la Castellana, reúne todo lo anterior y más. Los puestos y food trucks que se incorporan este año tienen desde comida callejera gourmet hasta churros de chocolatería, haciendo del espacio una llamativa ruta gastro.
Las estrellas del mercadillo de Nuevos Ministerios
El puesto de Dabiz Muñoz
Desde que ganó tres veces consecutivas el premio a Mejor Cocinero del Mundo en The Best Chef Awards, Dabiz Muñoz no ha dejado de reinventarse. Uno de sus proyectos de comida callejera, Pollos Muñoz, ha llegado al mercado para ofrecer platos de estrella Michelin a precios asequibles. Los más destacados de la carta están en el apartado de hamburguesas, con fusiones de sabores únicas y un punto internacional.
Clásicos que no fallan
La apuesta por lo castizo se materializa en el puesto que tiene aquí El Brillante. Este negocio fundado en los años cincuenta prepara los bocadillos de calamares de referencia en la capital, y no ha dudado en traerlos al mercado.
Otra propuesta clásica es la de Arzábal, con sus croquetas de jamón ibérico, patatas bravas y caldo de cocido madrileño, platos que se pueden completar con una buena copa de vino caliente (o glühwein).
Los rincones más dulces
El mercado acoge puestos con aperitivos dulces de primera categoría. Balbisiana, la pastelería que marca tendencia en el barrio de Almagro, tiene un pequeño espacio aquí con tartas y trufitas. También la chocolatería con los churros más famosos de Madrid, San Ginés, ha traído su emblemático postre.
Como no podía faltar en Navidad, el mejor roscón de Reyes lo aporta el obrador de Pan.Delirio. Son completamente artesanales y de producción limitada, así que merece (y mucho) la pena ir a probarlos.