Hace más de un año y medio la plaza de Canalejas desapareció bajo las lonas para someterse a una operación estética que lo cambiaría todo, no sabíamos entonces hasta qué punto.
Un magnate había comprado varios inmuebles de la plaza para construir un complejo de lujo que aglutinaría un hotel, viviendas y hasta un centro comercial. Tamaña transformación requería tiempo y espacio, tanto que hasta se cerró el metro de Sevilla, dando lugar a un hallazgo impresionante.
El nuevo aspecto de Canalejas ha sido un misterio hasta principios de marzo, momento en que las fachadas empezaron a descubrirse ante Madrid. Poco a poco, las lonas han ido cayendo y cada día se revela un poco más de la nueva plaza, donde las obras (que produjeron un tremendo corte de metro que dura hasta hoy) continúan a su ritmo.
Con lo poco que hemos visto ya, el diario EL PAÍS se ha percatado de algo: la nueva Canalejas va a alterar el centro tal y como lo conocemos. El motivo reside en el aumento de la volumetría del complejo, que ha convertido los edificios históricos en una gran masa blanca ahora visible desde la calle Mayor y algunas calles del barrio de las Letras.
Desde el inicio de las obras ha habido controversia en torno al proyecto arquitectónico, llegando hasta los tribunales acusado de perjudicar al patrimonio de Madrid, puesto que afectaba a Bienes de Interés Cultural y a la vecina Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
EL PAÍS contrapone opiniones profesionales a favor y en contra del resultado. Algunas voces defienden que la solución ha sido acertada y que no ha afectado de forma agresiva al entorno, mientras que otras afirman que el centro de Madrid no volverá a ser el mismo.
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Foto: Lamela