
El día de la Virgen de la Almudena se celebra con ofrendas de flores, conciertos gratis y degustación del postre creado para esta fecha: la corona de la Almudena. Un bollo que por su aspecto, sabor y forma podría confundirse con el roscón de reyes, pero la corona no tiene ni fruta escarchada (una suerte para muchos), ni agua de azahar.
En estas fechas lo más tradicional en las casas madrileñas era seguir comiendo huesitos y buñuelos del Día de Todos los Santos, pero en 1978 el Gremio de Pasteleros de la Villa se organizó para rendir homenaje a la patrona de la capital, a la que le faltaba un dulce con el que alegrar su fiesta. San Isidro tiene sus rosquillas y san Antón sus panecillos, pero a la Almudena, siendo también la patrona de los pasteleros, había que hacerle un dulce y uno de los pocos requisitos era hacer referencia a la coronación de la Virgen, que tuvo lugar 40 años antes. Aunque la aceptación del nuevo postre ha sido paulatina.
Roberto Martín, maestro pastelero de El Riojano, confiesa a Madrid Secreto que los primeros años la corona no tuvo una gran acogida por parte tanto de los clientes como de las pastelerías, en gran medida por ser desconocida: “Solo la elaboraban y vendían los establecimientos cercanos a la plaza Mayor y Sol, como nosotros, La Mallorquina o El Horno de San Onofre».
La corona de la Almudena hoy en día
En los últimos quince años, la Corona ha ido cogiendo fuerza. Gracias en parte a la Asociación de Pasteleros de Madrid, que se ha encargado de salvaguardar este y otros postres típicos, como las torrijas, fomentando concursos y facilitando las recetas en redes sociales. El paso a paso de la corona por los maestros pasteleros Jacobo y Pablo Moreno de Pastelería Mallorca se puede encontrar en YouTube.
Desde esta asociación esperan que este año se vendan más de 350.000 piezas de la Corona de la Almudena, que ahora elaboran unas 600 pastelerías de la Comunidad de Madrid, lejos de las 4 o 5 que la vendían hace 40 años. Las coronas más demandadas son de medio kilo sin relleno y las rellenas de nata montada, crema pastelera o trufa.