En agosto empieza una nueva temporada de la Liga Santander y para entonces el Atlético de Madrid ya no jugará en el Wanda Metropolitano. Jugará en el espacio que se llamaba así, pero el nombre del estadio será otro. El campo del club colchonero pasará a llamarse Cívitas Metropolitano, siendo la inmobiliaria extremeña Civitas Pacensis quien bautizará el campo.
Civitas Pacensis es el nuevo patrocinador principal de Sostenibilidad en detrimento de Wanda, que desde hace cinco años da nombre o apellido al Metropolitano. El acuerdo entre Wanda y Atlético de Madrid era de 10 millones de euros por temporada. El cambio de nombre se producirá próximamente y permanecerá durante los próximos 10 años, tal y como confirmó Enrique Cerezo, el presidente del club atlético.
La ciudad del deporte
Los aledaños del Cívitas Metropolitano presentarán un aspecto radicalmente diferente al que presentan hoy dentro de tres o cuatro años. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, confirmó ayer la colaboración público-privada que permitirá la construcción de gigante ciudad del deporte gigante.
Almeida, que ha cedido más de 260.000 m2 de suelo público al club rojiblanco, presentó el proyecto y confirmó que: «Es un día importante y especial para la ciudad de Madrid, con la colaboración del sector público y privado. Sin el Atlético de Madrid hubiera sido imposible sacar adelante este proyecto. Honramos ese título de capital mundial del deporte que se nos concedió para 2022”.
¿Cómo será la ciudad del deporte?
El nuevo espacio requerirá una inversión de 200 millones de euros y será la inmobiliaria Cívitas Pacensis quien se encargue de asumir las obras.
La ciudad del deporte se dividirá en cinco parcelas, de las cuales tres tendrán una función destinada al uso privado. La primera será una nueva ciudad deportiva (llamada Centro de Alto Rendimiento). La segunda, un mini estadio con capacidad para 6.000 personas y para que disputen sus encuentros el equipo femenino y el filial. La tercera será una zona recreativa y con oferta hotelera.
Las dos parcelas restantes serán zonas de uso público para vecinos e incorporarán una pista de atletismo, dos campos de fútbol 11, dos de fútbol 7, veinticinco pistas de pádel, instalaciones para deportes como escalada y monopatín e incluso una playa artificial para surfear. La previsión de Almeida es que las obras estén acabadas en un plazo inferior a los dos años.