Nunca estamos contentos con lo que tenemos. Así de filosóficos nos hemos despertado hoy, pero ¿acaso nos equivocamos? Sin ir más lejos, a la hora de comer en grupo, elegir es toda una odisea. Llevarse la mano al bolsillo en estos días es cosa sería, por eso hay que saber dónde hacerlo y que merezca la pena. Pero, ¡tampoco es una cuestión de vida o muerte! Esas peleas de amigos por elegir los huevos con chorizo o con gulas, o las croquetas de jamón o las de calamar en su tinta acaban muy pronto si sigues leyendo. Es más, ni siquiera tendrás que discutir por elegir en la carta de estos restaurantes, porque son monogastronómicos y, por lo tanto, centrados en una especialidad:
Poncelet Cheese Bar
El sueño para muchos es que cualquier plato lleve queso. Eso pensarían los buenos de Poncelet Cheese Bar, que todo lo que sirven tiene queso. Arroces, pastas, carnes, pescados, ensaladas o postres están elaborados con este ingrediente. También puede degustarse solo, en fondue o en raclette, como si de la más sofisticada taberna francesa se tratara.
C/ José Abascal, 61
Restaurante Aire
Aquí solo se pueden comer cosas con alas. Del pollo al gallo pasando por la cordoniz, la oca o el pato. Solo hay dos condiciones que añaden al producto (y a la cuenta) un valor añadido: que las aves no hayan sido alimentadas en granjas masificadas con piensos industriales, y que sean asadas con carbón de encina y sarmientos.
C/ de Orfila, 7
Gastrocroquetería de Chema
Tampoco creo que nadie se lleve las manos a la cabeza si decimos que aquí en la redacción de Madridistinto podríamos sobrevivir a base de croquetas. Por eso nos encanta este pequeño oasis de la freiduría que es la Gastrocroquetería Chema, donde puedes encontrar joyas como las croquetas líquidas de queso sobre confitura de tomate y aceitunas negras, de foie con rabo de toro y cebolla caramelizada, o de carabineros y kimchi. También tienen otras raciones en el menú, pero las croquetas les hacen bastante sombra.
C/ del Barco, 7
The Urban Bits
El verdadero paraíso de Homer Simpson. Poco más que añadir a esto. Bueno sí: decir también que sus donuts se hornean, no se fríen; que se hacen frescos cada mañana y cierran a las 22.00h o cuando se acabe el género. Tienen sabores tan deliciosos como el de galleta oreo, el de crujiente de galleta con canela y las dos variedades de pistacho (¡una de ellas con chocolate blanco!). Aquí tienes una ofertilla, por cierto.
C/ Augusto Figueroa, 12
Bolero Meatballs
A nosotros aún nos sigue sonando raro, pero esta obra del cosmopolitismo que algunos ya conocían gracias a Friends es una delicia. No diremos que las albóndigas de Bolero Meatballs son mejores que las de nuestra madre, porque sabemos que eso es imposible, pero su fusión con cacahuete al estilo asiático o su receta «de la abuela» son de los mejores bocatas que puedes tomarte hoy en Madrid.
C/ Conchas, 4