El pasado viernes 24 de noviembre, los amantes del Metro de Madrid recibieron una buena noticia: la Nave de Motores de Pacífico ha vuelto a abrir sus puertas. Tras varios meses cerrada al público para mejorar la accesibilidad del museo y modernizar las instalaciones, la antigua central eléctrica de Pacífico continúa con su actividad y seguirá ofreciendo visitas gratuitas a todos aquellos interesados por la historia del metropolitano de la ciudad.
Ubicada en el número 49 de la Calle de Valderribas, entre las estaciones de Pacífico y Conde de Casal, la Nave de Motores de Pacífico se erige junto con la antigua estación de Chamberí como uno de los dos únicos museos de Madrid sobre el Metro. La Nave se puede visitar tres días a la semana: los viernes de 16 a 20h, los fines de semana de 10 a 14h. Las visitas son tanto libres como guiadas, pero siempre a realizar previa reserva a través de la web.
¿Qué es la Nave de Motores?
La inauguración de las primeras líneas del Metro de Madrid, entonces la Compañía Metropolitana de Alfonso XIII, trajo consigo un gran problema: ¿cómo abastecer de electricidad los nuevos trenes?
Los cortes de electricidad en la ciudad eran entonces recurrentes, por lo cual era necesario una central que garantizara un suministro continuo para la nueva red. Así nació la Central Eléctrica de Pacífico, inaugurada en 1923. El edificio, diseñado por el arquitecto Antonio Palacios contenía en su interior tres enormes motores diésel y demás maquinaria para generar la energía eléctrica que abastecería a los trenes de Madrid, y que todavía se puede visitar hoy.
Pero la historia no se queda allí. Durante la Guerra Civil y debido a las restricciones, la antigua Central Eléctrica llegó a suministrar energía a los hogares madrileños en los momentos más difíciles de la contienda. Conforme pasaban los años, las compañías eléctricas fueron mejorando su suministro eléctrico de manera regular, por lo que la Central de Pacífico se fue quedando obsoleta. Finalmente, cerró sus puertas en 1972.
Sin embargo, en el año 2005, el Ayuntamiento de Madrid y Metro Madrid acordaron construir un museo en este imponente edificio, que serviría a los madrileños para conocer la historia de su medio de transporte más famoso.