Asociamos Levante con el viento, la paella y las puestas de sol eternas en una playa mediterránea. Tendemos a abrazar los clichés y olvidamos mirar los alrededores, que a menudo son una fuente de sorpresas y frescura nada desdeñables. La Naya está aquí para subrayar los márgenes levantinos.
Es una taberna puramente levantina en la que casi puede olerse la sal del mar en el aire. La Naya (calle de Sta Engracia, 26) se ha hecho hueco en una de las calles más castizas de Chamberí sin renunciar a sus orígenes. Su estrategia ha sido servir en la mesa una materia prima excelente que le ha servido como carta de presentación. Y qué buena primera impresión causa este discreto oasis mediterráneo.
Resulta curioso, e incluso admirable, que La Naya no ha hecho de la paella su bandera aun a pesar de la alta calidad del arroz que cocinan. Este restaurante no se acomoda en lo fácil: su misión es dar a conocer otros productos de su tierra con menos arraigo en la capital.
Con la parsimonia y el disfrute de la costa, la taberna presenta salazones, verduras murcianas y gambas rojas que ahondan en las ideas superficiales sobre la gastronomía levantina. Es todo un gusto dejarse llevar lejos por el sabor y brindar con una copa de vino fondillón en la barra, espacio destinado a probar, descubrir y disfrutar.
Calle Santa Engracia, 26 (Chamberí)
Lunes a sábado de 13:00 a 16:30 h y de 20:00 a 00:00 h. Domingo de 13:00 a 16:30 h.