No hace falta ser parte de una cultura para estar al día de su calendario, pero involuntariamente lo estamos. Algunos eventos como Halloween (no esencialmente estadounidense) o San Valentín (más relacionable con una cosa geopolítica que con una idea santoral) tienen recorrido en las celebraciones culturales españolas. Mientras que otros como el Día de la Independencia o el Día de Acción de Gracias rara vez se celebran.
Para este último falta apenas una semana –es el 24 de noviembre. Y dado que la retórica estadounidense nos invita a pensar que es una celebración que gira alrededor de una mesa y de manjares pantagruélicos (un pavo enorme, generalmente), son unos pocos los restaurantes que se preparan para su celebración.
Uno de ellos es Limbo Asador (con dos sedes en Madrid y parte del grupo de restauración La Musa) que sustituye ese pavo gigante por algo más propio de la tradición española y de su propia carta: un pollo.
Limbo, un asador de estética industrial
No un pollo al ast ni de una forma esencialmente española. De parecerse a algo la forma de cocinar el pollo en Limbo para esta ocasión, se parece a la forma en que los estadounidenses cocinan el pavo. Concretamente: pollo a la brasa de carbón y leña con un relleno compuesto de pimientos, chorizo, alubias y salsa gravy de cerveza. ¿Algo más? Sí, el pollo previamente ha sido maridado durante 48 horas en ají panca y chipotle.
Al pollo le acompaña un puré de boniato con salvia y tomillo y una ensalada de calabaza con bacon glaseado, cebolla tierna asada, nueces, yema trufada y vinagreta fresca. Además de un crumble de manzana con crema inglesa, almendras y toffee que es el remate final.
Limbo Asador, de estética industrial y en el Hostal Bastardo desde 2018, ofrece este menú de forma limitada y se puede encargar o disfrutar el propio 24 de noviembre. El precio del menú (tres platos y un postre) es de 40€ para dos personas. Y las plazas de este asador suelen estar llenas los fines de semana. Ya se saben lo que dicen de quien avisa.