En los últimos meses, y después de una larga huelga sin resultados favorables para el sector, el taxi madrileño ha empezado a «uberizarse». A este cambio de rumbo han contribuido las últimas normativas de la Comunidad de Madrid, orientadas a la convivencia del coche público y los VTC, su competencia.
Poco a poco, los taxis de Madrid se han ido adentrando mundo digital, pero no ha sido hasta ahora cuando por fin se ha equiparado a sus competidores en un aspecto tan fundamental y lógico como es informar al cliente sobre el precio previa contratación del servicio.
En la capital se acabó lo de agobiarse con cada céntimo sumado al contador, porque una nueva app calculará la tarifa antes de que emprendamos el viaje. La Asociación Gremial del Taxi guarda en secreto su nombre, pero ha desvelado que empezará a funcionar en Madrid en octubre, y que pronto se extenderá al resto de capitales del país.
La app de los taxis, que competirá con Uber, Cabify y FreeNow (esta última es de un colectivo del gremio), dará la opción de compartir taxi (carpooling) con otros pasajeros, un servicio que funcionará como una red social para los usuarios. Para que esta opción sea legal y para ofrecer descuentos todavía hace falta que lo permita una ordenanza del Ayuntamiento.
También se pretende que la misma app permita pedir un taxi en otros lugares de Europa y Latinoamérica.