CityLab, cabecera del grupo norteamericano que edita la revista The Atlantic, ha calificado el 2018 como «el año más verde» de Madrid hasta la fecha.
Madrid es la capital europea con el plan más ambicioso para erradicar la contaminación, y no es para menos. No hacen falta muchos expertos para darse cuenta de que la indivisible relación de amor-odio entre Madrid y su contaminación ha alcanzado cotas preocupantes, y, para muestra, dos botones: este y este.
Pero parece que cuando es alguien de fuera quien viene a decirnos lo bien o lo mal que hacemos las cosas, el mensaje tiene más credibilidad y cala un poco más hondo. En esta ocasión ha sido CityLab, un medio online centrado en los problemas y soluciones de la vida en la ciudad propiedad del grupo que edita The Atlantic, posiblemente una de las revistas más prestigiosas del mundo. A quienes hayan visto Mad Men les sonará de algo.
Y es precisamente eso lo que los buenos de CityLab han destacado de Madrid en uno de sus artículos: «la ciudad europea con el plan más ambicioso para mejorar la calidad de su aire este año probablemente no sea la primera que te viene a la cabeza. No es ninguna de las sospechosas habituales como Amsterdam, Copenague, o París -no es ni siquiera el norte de los Alpes-. De hecho es Madrid la que se está embarcando en el que podría ser, en cuanto a políticas, su año más verde hasta ahora», escribe Feargus O’Sullivan. Y el objetivo, como bien destaca el periodista, no es otro que «hacer la ciudad más saludable y habitable».
El conjunto de políticas al que se refiere O’Sullivan se enmarca en lo que el Ayuntamiento ha denominado Plan A de Calidad de Aire y Cambio Climático, un paquete de 30 medidas encaminadas a mejorar la calidad del aire.
Sin duda una de las medidas más destacadas ha sido la creación del Área Central de Cero Emisiones (ACCE). Esta zona, como puede verse en la fotografía, creará un perímetro que englobará las actuales Áreas de Prioridad Residencial (APR) y dentro del cual solo podrán circular a partir de junio de este 2018 los vehículos de residentes e invitados, propietarios de plazas de aparcamiento y usuarios de aparcamiento de uso público, servicios y transporte público, VTC, motos en horario diurno, vehículos cero emisiones, vehículos para personas con movilidad reducida, transporte colectivo y vehículos industriales, comerciales y de mercancías, con horario extendido para los menos contaminantes.
A partir del 2020 los vehículos sin distintivo ambiental de la DGT no podrán aparcar en el interior de la M-30 y a partir de 2025 se limitará su circulación por el término municipal de Madrid. El Consistorio planea también colocar paneles informativos sobre las plazas libres en los aparcamientos públicos en las entradas al área central para evitar que los vehículos entren y no puedan estacionar, así como la creación de un sistema informático que permita reservar los aparcamientos con antelación. Algunas otras medidas en relación a la circulación y el aparcamiento será la eliminación de las plazas de zona azul, disminución progresiva de la zona verde, el ensanchamiento de las aceras y la limitación de la velocidad a 30 km/h.
Más peatones, más bicis, más autobuses eléctricos
Según cifras del Ayuntamiento, pese a que los vehículos privados solo suponen un 29 por ciento de los desplazamientos, cuentan con un 80 por ciento del espacio en muchas zonas de la ciudad, por lo que las nuevas restricciones al tráfico del distrito Centro tenderán a equilibrar un poco la balanza, devolviendo algo de espacio al peatón, siendo el caso de la remodelación de la Gran Vía el más paradigmático.
También se pretende extender el radio de uso de la red de BiciMad a fuera de la M-30. El gobierno municipal se ha comprometido a instalar entre 30 y 35 nuevas estaciones de BiciMad y se calcula que hacia 2019 el número de bicicletas pueda duplicarse hasta llegar a las 4.000.
De la misma manera, la flota de autobuses de la EMT también se adaptará a los nuevos requisitos, llegando a ampliarse el número de vehículos sin emisiones a 78 hacia finales de 2020. Además, la empresa madrileña de transportes lanzará a partir del próximo 22 de enero los primeros cinco autobuses 100 por cien eléctricos, que circularán por la línea 76. La nueva flota eléctrica no producen ruido ni emiten gases contaminantes. Los autobuses emplean un sistema en el que la energía se transmite a través de un campo magnético generado entre bobinas de manera que, para cuando vuelven al punto de inicio de su recorrido, el autobús solo debe detenerse sobre una zona señalada y en unos ocho minutos estará completamente cargado para hacer un nuevo recorrido completo.