Este 2022 se cumplen cinco años desde que, por primera vez, las calles de Madrid se llenasen de figuras de fibra de vidrio de metro ochenta. Concretamente, de esculturas inspiradas en Las meninas de Velázquez. Desde entonces, cada año por estas fechas Meninas Madrid Gallery invita a artistas, diseñadores, músicos, chefs o actores a intervenir una de esas figuras, que después se exponen por las calles de la ciudad. Una escena que desde ayer, 1 de noviembre, y hasta el próximo 15 de diciembre, vuelve a repetirse.
En su quinta edición serán más de 40 esculturas las que vuelvan a repartirse por algunas de las zonas más emblemáticas de la capital, exhibiendo sus diseños. Como viene siendo costumbre, cada una de ellas contará con un código QR escaneable desde el móvil, que ofrecerá información sobre el concepto de la obra.
En esta ocasión las han intervenido personalidades como Carmen Lomana, Paulo Coelho, Saúl Craviotto, Pablo Motos y Los Morancos, entre otras. «Todos ellos dotarán a cada Menina de su particular interpretación de Madrid», recoge en su web Meninas Madrid Gallery. En la presente edición han participado también alumnos de escuelas de diseño y universidades. La ubicación de las meninas se puede consultar en este mapa:
También es costumbre que las meninas se subasten, y según informa el Ayuntamiento de Madrid al finalizar la exposición «se subastarán las meninas y la recaudación se donará, en un 80%, a fundaciones y asociaciones de carácter benéfico«.
Unas meninas con fans… y también con detractores
Aunque es frecuente ver la imagen de personas –si no en su totalidad, en su mayoría turistas– fotografiándose o fotografiando estas esculturas de inspiración velazqueña, no a todo el mundo le agradan estas figuras que llevan instalándose en las calles de Madrid desde el año 2018.
Es el caso del colectivo Stop Meninas, que sostiene que «las Meninas son publicidad camuflada por una serie de famosos y personajes privilegiados (en su mayoría) que son todo menos artistas«. Desde su cuenta de Instagram hacen activismo «antimeninas» e invitan a los usuarios a que les contacten en caso de encontrarse con una.
En un sentido parecido se pronunciaba el filósofo Pablo Caldera en su texto Teoría de la Menina: «Son el culmen y la celebración de lo ordinario made in Madrid: la celebración del vacío. […] Las meninas son, en realidad, el primer paso estético hacia la privatización de la vía pública. […] Esa figurita cursi y reiterativa, que tantos selfies dispara, funciona como una extensión 3-D del anuncio de carretera.»