Las aceras son un territorio disputado en Madrid: un espacio que, por definición, debería ser prioritario para el peatón, se reparte también entre otros elementos como terrazas y patinetes eléctricos, que ocupan una parte importante del espacio público. Esta imagen podría cambiar, al menos en parte, tras la publicación esta semana del decreto del Ayuntamiento de Madrid que establecerá un nuevo modelo de alquiler de patinetes eléctricos.
El Área de Medio Ambiente y Movilidad, dirigida por Borja Carabante, será la responsable de la publicación de dicho decreto, en el que se establecerán las bases de las nuevas concesiones. Entre las novedades que estarán incluidas en el texto, el Consistorio destaca como principal la reducción en un 40% del número máximo de patinetes que podrán estar en las calles, pasando de los 10.000 actuales a los 6.000.
En concreto, 3.600 patinetes se ubicarán en el interior de la M-30 (Centro, Arganzuela, Retiro, Salamanca, Chamartín, Tetuán y Chamberí) y 2.400 en el exterior de la M-30, con un ratio de 35 y 10 patinetes por cada 10.000 vecinos, respectivamente.
Ese límite se ha establecido en base «a la mitad de la capacidad de plazas en las reservas municipales de estacionamiento para bicicletas eléctricas» en el momento de la convocatoria, pero se podrá ampliar «en función de la demanda y el uso real de los patinetes eléctricos».
¿Qué otras novedades sobre los patinetes introduce el decreto?
Las nuevas concesiones, sostiene el Ayuntamiento, persiguen el objetivo de «racionalizar el uso del limitado espacio de la vía pública para lograr un equilibrio entre los distintos actores que la comparten». Por ese motivo, el decreto también limitará a tres las empresas que podrán ofrecer este servicio.
Por otro lado, uno de los principales problemas del sistema actual tiene que ver con el aparcamiento de estos vehículos, puesto que es muy habitual encontrarlos estacionados en zonas no habilitadas para ello, dificultando o incluso impidiendo el paso de los peatones. Como solución, el decreto establecerá que la empresa tendrá que «contar con los desarrollos tecnológicos en sus aplicaciones para obligar a aparcar a los clientes únicamente en las zonas habilitadas para ello en el distrito Centro».
En el resto de la ciudad, se podrán estacionar estos vehículos fuera de las reservas municipales siempre y cuando no haya una plaza para motocicletas, ciclomotores, bicicletas y VMP a menos de 50 metros.
Además, el texto obligará a las empresas a retirar en un plazo máximo de 48 horas los patinetes que vayan en contra de lo establecido por la Ordenanza de Movilidad Sostenible (OMS) o donde molesten a los peatones. Ese tiempo se reducirá a 24 horas si están mal aparcados o tienen problemas de mantenimiento, y en caso de no hacerlo la empresa podrá ser sancionada.