El metro de Madrid acaba de cumplir cien años sobre raíles y se ha encomendado al mantra elemental del marketing: renovarse o morir. La compañía de transporte ya ha dibujado su futuro para la próxima década, una tarea acometida por el equipo encargado de modernizar las estaciones obsoletas que trabaja bajo el nombre de Estación 4.0.
Ya en marzo los medios adelantaron que Gran Vía sería la primera estación del futuro tras la incorporación de tornos futuristas y máquinas de venta renovadas, pero ahora Metro ha presentado un proyecto más ambicioso y detallado. Estas ideas que todavía hoy suenan a ciencia ficción deberían ser de lo más normal en 2030, según este planteamiento.
El fin de la tarjeta de transportes
Esta iniciativa nos suena: ya hace ocho meses que Metro anunció la recarga del abono desde el móvil, pero de momento no se ha llevado a la práctica (se espera que se ponga en marcha a finales de este año). El plan que se ha dado a conocer ahora refleja la intención de añadir funcionalidades nuevas, como una herramienta para encontrar la mejor combinación de transporte.
Reconocimiento facial y trenes sin conductor
Los viajeros de los convoyes subterráneos siguen dependiendo una tarjeta de plástico para validar sus trayectos, pero Metro de Madrid ya está hablando del reconocimiento facial como método de pago. Los autobuses madrileños se han adelantado al suburbano: la EMT ya está probando el pago con la cara (que no por la cara).
Los trenes sin conductor son una posibilidad: dice Ángel Garrido, Consejero de Transportes, que Metro hará pruebas piloto en algunos tramos, según recoge el diario ABC. De momento, el tema queda en el aire.
Tornos con semáforo
Para entrar al metro solo hará falta pasar el móvil por el lector digital del torno, que a su vez transmitirá información mediante un código de luces LED de cuatro colores y un altavoz. Estas portezuelas, además, estarán fabricadas con material antivandálico.
Pantallas y cargadores por doquier
Las pantallas son la apuesta fuerte para la próxima década en el metro: pantallas táctiles para la venta y monitores de gran resolución para ofrecer información variada: señalización, incidencias, tiempos de espera, teatro, música, literatura, etc. Nada especialmente innovador. Tal vez la pantalla más llamativa será la del cristal que separará el andén de las vías, como ya se hace en otras ciudades del mundo.
Se ampliarán también los puntos de carga de batería para móviles, que ya se pueden ver en algunos andenes y vagones.
Un clima de disgusto en torno a Metro de Madrid
Metro de Madrid ha hecho públicas sus aspiraciones a largo plazo en un contexto definido por el descontento de los usuarios ante la reducción de las frecuencias de trenes y la incapacidad de la compañía para absorber la demanda creciente de viajeros. Todos estos problemas están recogidos en este análisis de eldiario.es.
La polémica de la presencia de amianto en la red y las continuas protestas de los trabajadores, aquejados por la falta de personal y de recursos, mancillan los ideales futuristas de la empresa, que hace pocas semanas también comunicaba una noticia tan aclamada como impopular: la apertura 24 horas del metro durante el fin de semana.