Como la guarida de los villanos en una película de superhéroes o el equivalente madrileño –en un sentido figuradísimo– de la estatua de la libertad, un célebre edificio de Madrid es visitable por dentro. Lo que parece que ha sido fotografiado por un dron –el Retiro a vista de pájaro– ha sido fotografiado por el ser humano gracias a que debajo de la estatua ecuestre del rey Alfonso XII hay un habitáculo desde el que contemplar el parque más emblemático de Madrid en 360º. Posiblemente se trata de un monumento que solo tiene un rival en lo relativo a ser el mejor mirador de el Retiro: la polémica Torre de Valencia. Pero ese es otro tema.
El pretexto de la construcción del mirador es el de que la reina María Cristina quiso que se homenajeara a Alfonso XII. Pasando por encima de las circunstancias políticas de la época: el monumento fue inaugurado por el hijo del monarca representado –Alfonso XIII– en 1922. Y la escultura fue obra de Mariano Benlliure, autor de algunas de las piezas que adornan la fachada del icónico edificio Metrópolis. Una escultura que se enmarca en todo un entramado escultural que tiene la forma de columnata semicircular de 86 metros.
La posibilidad de visitarlo –y casi consecuentemente su mera existencia– era inviable hasta hace poco. Estuvo 40 años sin poder ser visitado hasta que, en 2018, el Ayuntamiento de Madrid a través de Pasea Madrid puso en marcha un programa que hacía posible visitarlo.
Otros tantos monumentos o edificios monumentales que podrás visitar durante el reconocido programa de Pasea Madrid son el Búnker del Capricho o el Frontón Beti Jai.
Fe de erratas: Una primera edición de este artículo indicaba que el mirador de El Retiro era visitable durante esta edición de Pasea Madrid. Finalmente, no será así.