Entre las críticas que figuran en Tripadvisor a Mr. Doulao, restaurante chino especializado en hot pot, una de ellas dice: “las sopas que pedimos estaban frías”. La apreciación podría parecer baladí o como poco escrita por Carlos Tarque, cantante de M-Clan. Cualquier teorización al respecto de esa crítica se mueve en el terreno de la ficción, pero creo tener una respuesta: si nadie te explica –o si no te has informado previamente– cómo se come un hot pot es probable que no sepas cómo se come.
Empezando por el principio: al hot pot se le conoce como fondue china pero igual que toda aproximación comparativa es una apreciación inexacta. La definición es más sencilla si se dice lo que es. Y es un caldero de sopa hirviendo en tus narices y un elenco de productos alimentarios crudos a tu alrededor. Los productos alimentarios pueden ser casi cualquier cosa (setas, col china, lengua de ternera, empanadillas de pollo o de otro relleno…) y el acto de comer te involucra. Es decir: te involucra más allá de pinchar y llevarte la comida a la boca.
En Mr. Doulao (y en otros tantos sitios especializados en hot pot) el caldero funciona como plancha, por así decirlo, y los alimentos se terminan de cocinar en la propia sopa. (Sopa, por cierto, de la que también eliges su sabor: picante, de setas, de tomate). Una sopa que tienes que pedir desde tu teléfono. El servicio en mesa es unidireccional: te traen lo que pidas, pero lo que pidas desde el móvil.
Antes de esto o durante o después te has tenido que preparar una salsa. En la preparación de la salsa se siente uno como en los cumpleaños de juventud en los que se mezclaba Fanta, Seven up y Mountain Dew a partes iguales. No sabes lo que mezclas (pedazos de starlux con salsa de ostras y salsa de cacahuetes con un toque de salsa picante –spoiler: está rico–). El límite es el cielo y hay un centenar de combinaciones posibles. Luego la salsa servirá para rematar las setas (por ejemplo) que has preparado en tu caldo.
Mr. Doulao tiene una diferencia con respecto a otros restaurantes de hot pot a los que servidor ha ido (en Madrid: Olla Sichuán cerca de Callao, otros dos que han cerrado en los últimos años pero que estaban en el centro) y es que el caldero es individual. A saber: el más docto en el tema habrá visto mesas especializadas con boquetes hechos a propósito de cazuelas y con separadores para un caldo y otro caldo. Aquí no es así: aquí tienes una vitrocerámica individual y una olla individual.
En este punto me interesa retomar la crítica de nuestro compañero en Tripadvisor. ¿Estaban frías las sopas de Mr Doulao? Lo estaban, del mismo modo que un móvil está apagado en el momento en el que te lo compras.
Calle del Olvido, 46 (Usera)
Alrededor de 25€ por persona.
Más información en su Instagram.