En la capital ya no se dice «empanada» ni «empanadilla», ahora aquí nos referimos a ellas como «Muns». Este es el nombre de las empanadas que se comen Madrid, y viceversa, porque nos estamos poniendo las botas a base de cajas y cajas rellenas de estas delicias, como ya hicimos hace un tiempo con los grandiosos Manolitos.
Una «Mun» no es un vulgar pincho, es una obra de arte envuelta en masa. Los creadores de esta maravilla culinaria son Diego y Mariano, emprendedores a los que se debería santificar por traer lo mejor de la comida argentina a nuestra ciudad.
Las Muns se podrían calificar como empanadas argentinas de autor pero, aunque la tradición procede del país latino, el interior de cada una surge a partir de la inventiva propia de la cocina fusión.
La variedad de empanadas sorprende. No podían faltar las clásicas, como las de jamón y queso, pollo al curry o ternera. Pero cuando el chef se pone creativo también las prepara con solomillo al cabernet, cerdo a la cerveza y tofu ahumado con quinoa. Huelga decir que este es un campo extenso para los amantes del mundo veggie, ¡hasta las hay con masa de harina integral!
Un último detalle por el que merece la pena probar las muns: estas empanadas tienen su nombre grabado. No más sorpresas inesperadas, no más robos al de al lado por tratar de determinar qué hay en el interior. Este es un nuevo mundo y nos lo estamos zampando.
Calle San Gregorio, 1 (Chueca) | Calle Santa Engracia, 101 (Chamberí)
De domingo a jueves de 12:00 a 23:00 h. Viernes y sábados de 12:30 a 00:30 h.
Cada empanada cuesta en torno a 3 euros. Packs desde 20 euros.