La gastronomía española ha vuelto a vestirse de gala, esta vez en Tenerife, para la entrega de los Soles de la Guía Repsol 2025. La capital ha sumado varios nuevos galardones, consolidando su posición como epicentro culinario del país y reivindicando la esencia de las tradicionales ‘casas de comidas’. O, dicho de otro modo, la cocina de cercanía que da prioridad al producto, al mimo y a la autenticidad.
Si algo ha dejado claro esta edición es que la capital está en el mejor estado gastronómico de su historia. Seis restaurantes madrileños han conseguido su segundo Sol, consolidando su propuesta entre lo más destacado del país: Cebo, Kappo, La Tasquería, Lana, VelascoAbellá y Verdejo. Todos ellos suben un peldaño en la jerarquía culinaria de Repsol.
Pero el verdadero termómetro del panorama gastronómico madrileño está en los nuevos restaurantes que han conseguido su primer Sol. Ocho locales han entrado en la prestigiosa guía: Amós, El Gran Asador Lecanda, Haramboure, Kabuki Madrid, Kyoshi Las Cortes, Pabú, Sen Omakase y Zalacaín. Es decir, tradición, vanguardia y mestizaje en dosis equilibradas, con apuestas que van desde la cocina japonesa más depurada hasta el asador de toda la vida con un giro contemporáneo.
Los nuevos astros de la gastronomía española
Aunque Madrid ha sumado nombres a la lista de Soles, los grandes protagonistas de la noche fueron Pedro Sánchez, de Bagá (Jaén), y Susi Díaz, de La Finca (Elche), que han alcanzado la categoría de los Tres Soles. Se consolidan así en la élite de la gastronomía española, ese selecto club que ahora cuenta con 44 miembros.
A ellos se suman 17 nuevos restaurantes con Dos Soles y 71 que estrenan su primer galardón, lo que confirma que la gastronomía española sigue en plena ebullición. En total, el universo de los Soles Guía Repsol lo forman 789 restaurantes (44 con Tres Soles, 176 con Dos Soles y 569 con Un Sol), junto con 1.488 establecimientos recomendados.
Menús gastronómicos más cortos y precios más asequibles
Una de las tendencias que ha destacado en esta edición es el auge de los menús gastronómicos más cortos y de cartas pensadas para compartir, con precios que en muchos casos no superan los 40 o 50 euros. Lo que confirma que la alta cocina no solo vive de manteles de lino y facturas de tres cifras. La Guía Repsol, a través de su directora María Ritter, ha reivindicado el concepto de ‘casas de comidas’, resaltando la autenticidad y cercanía de los restaurantes que convierten el legado de la comida tradicional española en platos sorprendentes.