Un camino hacia la memoria construido a base de adoquines dorados. Son los conocidos como Stolpersteine, piedras del tropiezo o «tras(pie)dras» y en ellos se puede leer el nombre, apellidos y las fechas clave de la vida de cada una de las víctimas de la represión nazi. El proyecto nació en 1997 en el barrio Kreuzberg de Berlín, de la mano del artista alemán Günter Demnig, y Madrid lleva instalándolas en recuerdo de las víctimas madrileñas deportadas a campos de concentración desde el año 2019.
Ahora vuelven a ser noticia después de que el pleno de Chamberí haya aprobado por unanimidad la colocación de tres nuevas placas, en memoria de tres vecinxs del distrito: Julio Bris González, Eliane Browne Bartrolí y María Pilar Lubián Clemente.
Dichos adoquines –bloques de cemento de 96x96x 100mm con una placa de bronce grabada en la parte superior– se instalarán «próximamente» en las siguientes ubicaciones:
- Bretón de los Herreros, 3
- Rafael Calvo, 19
- Sandoval, 15
En este mismo barrio, en Chamberí, se procedió a la colocación de seis nuevos Stolpersteine en abril del año pasado: los de Gonzalo Ortiz Crespo, Antonio Ortiz Crespo, Valentín Fouce Llana, Fernando Salcedo Rabanaque, Mariano Expósito Garrido y Karl Frommknecht.
Proyecto Stolpersteine: más de 70.000 placas en 20 países
Desde que se inició en 1997, el Proyecto Stolpersteine ha servido para instalar más de 70.000 piedras en más de 1.800 localidades de una veintena de países. En el caso de Madrid, la primera de ellas se colocó en la calle de Bravo Murillo, el 20 de abril de 2019. Y quizá la mayor esperanza esté depositada en que sirvan no solo para no olvidar horrores pasados, sino también para ser capaces de reconocer los presentes y evitar los futuros.