Se ha escrito mucho (y aún no es suficiente) sobre el primer recuerdo que cada quien tiene de Madrid. El sentimiento compartido de quien llega es el de que es una tierra de todos. Linda Zhou es una patinadora de 26 años y pone el recuerdo de la primera vez que pisó Madrid en relación con el patinaje: “Cuando llegué a Madrid no conocía a nadie y lo que me hizo conocer a gente fue patinar”.
Es habitual para los paseantes domingueros de El Retiro o de Madrid Río ver a grupos de personas haciendo eslalon entre conos, lanzando frisbies o haciendo giros aéreos sobre su propio eje. El motivo detrás de cada truco tiene su casuística. Hay quien lo hace por deporte, quien lo hace por diversión y quien lo hace por competir.
Linda Zhou entra en este último grupo: “empecé a competir hace cinco años y he ido a campeonatos autonómicos, nacionales, europeos y mundiales”. Hay cinco disciplinas en las que se pueden participar (como carreras de obstáculos o una suerte de break dance con conos), pero ella se especializa en derrapes.
Y rueda por las calles y pistas de competición de todo el mundo compitiendo con patinadores de aquí y de allá: “Descubres este deporte en países diferentes: hemos ido a China, a Chile, a Alemania… ver que un deporte une tanto a la gente es genial: se crea un sentimiento casi de familia”.
¿Dónde patinar en Madrid?
Linda defiende la hegemonía de Madrid como ciudad patinadora: “es la sede española a nivel no federativo”. Y pone en valor la ciudad y su relación con el patinaje: “Cuando pienso en Madrid y el patinaje es el principal motivo por el que me quedaría en la ciudad: el ambiente, la ciudad en sí, lo que se está intentando fomentar le deporte…”.
Pero al recomendar espacios concretos tiene dos sitios fetiche. Por un lado, Madrid Río, que es una “zona llana, muy amplia, sencilla para aprender y también hay subidas y bajadas, pero sobre todo es una pista cerrada segura”. Y el Retiro, donde todo “es llano y fácil, está adaptado para que podamos patinar bien”. Linda también invita a que la gente se pase, pruebe y aprenda, aunque señala: “como en todos los deportes, hay que ser constante”.