Dos siglos y tres cuartos. Ese es el tiempo que el Ayuntamiento de Madrid ha considerado apropiado que pasara para reformar el monumento icónico de Madrid por definición: la Puerta de Alcalá. En palabras del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida: “ha llegado el tiempo de cuidar nuestra Puerta de Alcalá, de restaurarla”.
Ahora es el momento de detectar los problemas del monumento –de estudiar los daños– para proceder a restaurarlos. Luis Lafuente, director general de Patrimonio Cultural, decía ayer en declaraciones a Telemadrid que “hay que hacer una rehabilitación integral especialmente en los elementos ornamentales, que son de piedra caliza, un poquito mas blanda que el granito, que es la estructura”.
En la restauración, por otro lado, se respetarán los valores históricos de un monumento que ha sufrido las inclemencias del tiempo y de la historia. Es el caso de las balas de la Guerra de Independencia. Cerca, en los mismos jardines de El Retiro, se ubicó la ciudadela establecida por los franceses para guardar sus municiones.
De esta forma, el Ayuntamiento de Madrid (en colaboración con el Instituto de Patrimonio Histórico Español) espera poder empezar las obras en mayo de 2023. Antes será necesario estudiar esos desperfectos –mediante un estudio 3D del monumento– y licitar el proyecto.
La intención del consistorio madrileño es la de empezar las obras antes de que acabe la legislatura de José Luis Martínez Almeida: “confiamos que las obras vayan a empezar antes de que acabe la legislatura”.
Un monumento histórico
La Puerta de Alcalá conmemora la entrada de Carlos III en Madrid como rey de España. Y es obra de Francesco Sabatini, que ganó el concurso por encima de las propuestas de otros arquitectos como Ventura Rodríguez o José de Hermosilla. Se construyó entre 1769 y 1778 y mide 20 metros de alto por 43 de ancho.