Con nata o solo, relleno de crema o de trufa, con fruta escarchada, azúcar perlado, almendras espolvoreadas… El roscón de Reyes es una de las piezas elementales de las Navidades españolas. Al igual que no nos imaginamos estas fiestas sin los langostinos en Nochebuena o los reproches intrafamiliares, pocos podemos dar por finalizadas las pascuas sin haber probado un poco del roscón. Algunos lo compran en un obrador, otros lo hacen, pero casi lo más habitual en esta época es adquirir el roscón en un supermercado: mucho más barato y práctico.
Sin embargo, no todos los roscones de supermercado están a la altura de las expectativas. Para que este año no nos den gato por liebre o, mejor dicho, grasa de palma por mantequilla, la Organización de Consumidores y Usuarios ha elaborado una lista con los mejores roscones de Reyes de supermercado. O más que mejores, los más aceptables.
Un reciente estudio de la OCU ha puesto a prueba 13 roscones rellenos de nata de venta en supermercados. En concreto, los súpers a examen son Ahorramás, Alcampo, Aldi, Carrefour, Dia, El Corte Inglés, Eroski, Froiz, La Despensa, Lidl y Mercadona. A través de un equipo de expertos pasteleros, la organización ha examinado la valoración nutricional, la calidad de los ingredientes, la presencia de aditivos, el grado de procesado y la información del etiquetado de estos dulces envasados.
Principales problemas
Para sorpresa de nadie, ninguno de los roscones analizados es verdaderamente bueno. 6 de 13 de los roscones, de hecho, no llegan a una valoración aceptable. Este año, varias marcas vuelven a sustituir toda o parte del relleno de nata con otras grasas vegetales más baratas como la de palma, coco, nabina o palmiste. Este es el caso de los roscones de Carrefour, Dulcesol Black, Mercadona o El Horno de Aldi.
También se ha dado en muchos ejemplares el abuso de aditivos. 13 de media, con algunas marcas que llegan a los 19 aditivos diferentes. Pero es en la prueba de degustación donde realmente se han descubierto los puntos débiles de los roscones de compra. Los pasteleros advierten que muy pocos bollos se asemejan al tradicional roscón, siendo más habitualmente un brioche ligero. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este año se aprecia cierta mejora en los aromas en contraste con años anteriores, ya que la mayoría de los roscones presentan tonos cítricos mucho más cercanos al roscón tradicional.
Mejor roscón de supermercado
A la hora de la clasificación final, un roscón de Reyes ha destacado sobre los otros debido a su buena calidad general y buen precio. Se trata del roscón con nata de Lidl (10,65 €/kg), que obtuvo 71 puntos sobre 100 en la calificación global. Según los expertos, se trata de un “bollo bien fermentado de buen tamaño, con abundante azúcar perlado y de textura blanda. Buen olor a bollería, abundante presencia de nata de dulzor equilibrada, el bollo es sabroso, se aprecia la mantequilla y un sabor a azahar equilibrado.”
En segundo lugar se encuentra un roscón que, si bien es más caro, ganó por goleada la prueba de degustación: el roscón con nata de El Corte Inglés Selection (19,94 €/kg). Obtuvo 63 puntos sobre 100 en la calificación global, y destacó por su olor a bollería de mantequilla, nata de buen sabor, ternura y aromas equilibrados.
El resto de los roscones apenas superan el aprobado. El Dulce Noel (Día) Roscón de Reyes con Nata (11,42€/kg) ocupa el tercer puesto, con un 59 sobre 100 de media. Le sigue el Roscón Relleno de Alcampo (15,55€/kg), con un 57, y el Special Roscón Premium con nata de Aldi (15,98€/kg), con un 55. El roscón de La Despensa (8,74€/kg) apenas llega al 52, y el de Carrefour (14,99€/kg) obtiene un 50 rascado.
Entre los tres peores se encuentra el roscón del Eroski (13,56€/kg) con un 49, el roscón del Obrador de Ahorramás (15,53€/kg) con un 47 y, por último, el roscón relleno del Horno de Aldi (11,41€/kg) con un 40 sobre 100.
¿Cómo saber cuándo es bueno un roscón?
Para saber cómo evitar estos malos roscones a la hora de comprar, la OCU ha elaborado una lista de pautas para ayudarnos a elegir un buen dulce de Reyes. En primer lugar, debemos fijarnos en la etiqueta. En ella se nos dirá si el relleno de nata es 100%, si el bollo está elaborado únicamente con mantequilla y no con grasas vegetales, y la cantidad de aditivos que lleva el roscón.
Además, también debemos fijarnos en el azúcar, ya que deberíamos evitar aquellos dulces que empleen jarabes de glucosa y fructosa. La decoración es otro de los factores determinantes de la calidad de un roscón, y en específico, la fruta escarchada. Entre las guindas y la naranja confitada, a menudo se cuelan tiras verdes y rojas que no son más que trozos de calabaza coloreados con colorantes artificiales. A su vez es importante el punto de horneado, ya que un bollo excesivamente tostado no sólo es más seco, sino que también puede generar un compuesto tóxico llamado acrilamida.
Con estos consejos, desde la OCU esperan informar a los consumidores a la hora de realizar sus compras navideñas. Aunque como último apunte avisan: la mayoría de los roscones del estudio presentan una mala o muy mala valoración nutricional, por lo que deben ser considerados de consumo ocasional.