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La carta de Daniel Ballesteros Villada (@ballester_infinity) llega en el momento más oportuno. Madrid no pasará a la fase 1 de la desescalada este lunes, pero este texto rebosante de ilusión y buenos deseos nos recuerda que Madrid volverá a ser la misma tarde o temprano.
Y llegará ese día…
Y llegará ese día de primavera en el que volvamos a sentarnos en una terraza o dentro de un bar, a disfrutar de una refrescante cerveza al lado de nuestros seres queridos.
Y llegará ese día en que demos un paseo de nuevo por la pradera de San Isidro y veamos a niños y mayores vestidos de chulapos y chulapas bailando un chotis mientras nos tomamos un tinto de verano bajo la sombra de un árbol.
Y llegará ese día en el que visitemos el centro otra vez, nos tomemos un bocata de calamares en la plaza Mayor, un vermuth en la Latina o un chocolate en la San Ginés.
Y llegará ese día en el que visitemos el Retiro y disfrutemos de su entorno y nos deleitemos con la música y las obras de los artistas callejeros, y veremos el reflejo del cielo en su estanque y pensaremos que no hay diferencia entre lo de arriba y lo de abajo.
Y llegará ese día que hagamos deporte por la Casa de Campo, montemos en bicicleta o simplemente corramos y sintamos la libertad de no estar confinados.
Y llegará ese día en la que volvamos a Gran Vía, disfrutemos de sus teatros, hagamos nuestras compras de rebajas y nos dará igual la cantidad de gente con la que nos encontremos.
Y llegará ese día en que volvamos a perdernos entre los árboles de nuestra Sierra, entre las calles de Alcalá, la historia de Aranjuez, o la plaza Mayor de Chinchón.
Y llegará ese día que disfrutemos de nuevo del Metro, de ese que detestábamos tantos lunes en las mañanas al cogerlo.
Y llegará ese día en el que nos encontremos atascados en la M30, pero no pasa nada, lo echabas de menos, sonríes al conductor del vehículo de al lado y él te sonríe también.
Y llegará ese día e iremos al Prado, al Thyssen, al Arqueológico, al Sorolla y a todo museo que no conocíamos antes y nos sentiremos agradecidos por tener cerca tanta riqueza…
Y llegará ese día y todo será felicidad y disfrutaremos aún más de esta gran ciudad, y habrá otra Movida como las que no cuentan nuestros padres y abuelos que hubo hace décadas y haremos todo lo posible por remediar lo dañado, curar lo herido, apoyar a las víctimas y recordar a los que ya no están.
Porque así es esta ciudad, hospitalaria, solidaria, bellísima, amistosa, empática, trabajadora, caótica, cosmopolita, y en definitiva SOBERBIA.
Porque hemos sobrevivido a guerras, catástrofes, atentados terroristas… También sobreviviremos a esta pandemia.
Porque si París es la ciudad luz, Roma es la ciudad eterna y Nueva York la que nunca duerme, Madrid es la ciudad FÉNIX, aquella que por muy tocada y hundida que esté, SIEMPRE SE LEVANTARÁ PARA BRILLAR CON SU MÁXIMO ESPLENDOR.
ÁNIMO MADRILEÑOS.
¡DE MADRID AL CIELO!
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