En un viejo anuncio de Digital +, un argentino asegura que el famoso primer gol de Maradona a los ingleses no fue con la mano sino gracias a una polilla, que empujó el balón. El protagonista del anuncio se marcha a España, donde hay tecnología HD y puede demostrar que efectivamente el gol fue de una polilla. Finalmente, se queda viviendo en España y en un momento dado va una carnicería y se desespera por no poder encontrar alfajores, tortita negra o bizcochito de grasa.
La conclusión es esclarecedora: no hay mayor patria que el estómago ni añoranza más grande que el sabor de la infancia. Con esa idea en mente van muchos argentinos a La Choripanería, el restaurante de Street food argentina que abrió en noviembre en Lavapiés. Carlos, uno de los socios, dice: “a los argentinos que vienen les encanta: vienen y dicen que qué buenos los chorizos. Vienen muchos y lo bueno es que es vienen referenciados”.
El otro socio es Pablo y ninguno de los dos vienen de la restauración. Pablo, mexicano, visitó Argentina junto a Carlos, Carlos le llevó a un carrito de choripanes, Pablo vino a vivir a Madrid y le propuso a Carlos “montar algo”. Ese algo es hoy un espacio tangible y, aunque no es el único sitio que vende choripanes en Madrid, sí que es la única choripanería de la ciudad.
Más que choripanes
Si una de las claves del éxito –como rezan muchos manuales– es la sencillez, el éxito del choripán debe estar asegurado. El nombre concentra el 80% de la receta (chorizo y pan) y el 20% restante es lo que añade apellido al bocadillo. Choripán gaucho (con chimichurri), pampa (con lechuga, tomate y cebolla) o criollo (con salsa criolla).
Pero como no solo de (chori)pan vive el hombre, la apuesta de La Choripanería va ligeramente más allá con otros dos bocadillos. Como el de entraña –“que está bastante bueno”, dice Carlos antes de sacárnoslo incurriendo en un claro spoiler– o el de matahambre –es el corte del secreto.
Nostalgia argentina
El argentino del anuncio no hubiera echado tanto de menos la gastronomía argentina si hubiera existido La Choripanería. Aquí hay alfajores (caseros), flan de dulce de leche (casero), cerveza Quilmes e incluso Fernet (del que se hace en Argentina, no en Italia) para mezclar con Coca-Cola.
A La Choripanería le pasó lo que les pasó a casi todos los restaurantes que abrieron antes de las Navidades de 2021: un juego de espejos con las expectativas. Buen inicio y la llegada de Omicron. Ahora el despegue comienza a ser estable y el reguero de argentinos nostálgicos y comensales con ganas de probar (y repetir) un bocadillo diferente apunta a ser constante.
Calle del Ave María, 15 (Lavapiés).
Choripanes desde 7,5€.
Más información en su Instagram.