El color del cielo sorprendió a los madrileños tiñéndose de un morado intenso en la tarde noche de ayer. El fenómeno pudo apreciarse desde distintos puntos de la ciudad, y las reacciones en las redes sociales preguntándose por su origen no se hicieron esperar.
Hubo usuarios que subieron fotografías del fenómeno, como es el caso de @SandraOrtiz00 (que nos ha cedido su fotografía para ilustrar este artículo), y otros que se hacían la pregunta inevitable al contemplar el sorprendente color que había adoptado el cielo, que es la misma que titula esta pieza.
Algunos usuarios intentaron dar respuesta a esta pregunta, barajando hipótesis como que se debía a la contaminación lumínica o a alguno de los espectáculos navideños con luces que se están celebrando estos días. Sin embargo, la respuesta hay que buscarla en la ciencia: se trata de un fenómeno conocido como la dispersión de Rayleigh.
¿Qué es la dispersión de Rayleigh?
Samuel Biener, geógrafo de Meteored, nos explica a qué se debió el color morado del cielo ayer en Madrid: «Se debe a la dispersión de Rayleigh, así llamada en honor de John William Strutt (lord Rayleigh), descubridor del argón y Premio Nobel de Física en 1904, que fue el primero en explicarla en 1871».
Según explica Biener, «a grandes rasgos, es la responsable de que veamos el cielo azul o las nubes anaranjadas en un atardecer. Y en ocasiones pueden ser moradas, sobre todo las más bajas». ¿El motivo? Porque reflejan las luces LED de la ciudad. Esto es porque las nubes bajas funcionan como un espejo.
Tal y como explica el experto, «si volvemos a tener unas nubes dispuestas de esta forma, a la misma hora solar y en el mismo lugar, se repetirá el fenómeno (aunque sucede solo de vez en cuando en la zona centro peninsular)». Por lo que no sería de extrañar que el cielo de Madrid se volviese a vestir de morado en alguna otra ocasión de darse esas circunstancias.
«Aunque no es muy frecuente, no es un fenómeno nuevo«, continúa Biener. «Justo a finales del pasado mes de diciembre también se vieron estas tonalidades (también hay reportes de 2020 y de años anteriores)».
Un fenómeno similar en 2020
Como apuntaba el experto, es un suceso similar al que se vivió en múltiples ciudades españolas durante los meses de confinamiento. En aquel momento, además, este estuvo acompañado de fuertes ruidos provocados por la situación inusual, en la que las calles estaban completamente vacías. Numerosas teorías conspiratorias que avecinaban el fin del mundo azotaron las redes, pero la explicación estaba lejos de tratarse del apocalipsis.
En el caso de la primavera del 2020, según explicó José María Madiedo, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía, en unas declaraciones recogidas en Diario Sur, podía tratarse de una consecuencia del planeta Venus y de los satélites artificiales de la compañía de Elon Musk, SpaceX.