Un churro figurando como si fuera un cigarro, otros dos como si fueran dos pendientes, algunos más haciendo de petardos, otros dentro de bocadillos e unos pocos incluso cumpliendo un rol escatológico. Churros, en definitiva, como ingles en el famoso monólogo de Amanece que no es poco. Churros por todos lados. O sea: churros como churros.
La cuenta de Instagram de @churreriadesign retrata (al cargo de ella hay un fotógrafo y seis diseñadores gráficos) una infinidad de posibilidades al respecto de la descontextualización del churro.
Y una exposición sobre eso es lo que se instalará en Plató Cenital (calle Santa Hortensia, 16) el día 29 de febrero. A Churro Story, que es el nombre de la exposición, contará una resignificación del churro que parte de la metáfora que define un churro como algo mal hecho.
¿Por qué el churro como protagonista?
La web de Churrería Design anuncia esta exposición como una denuncia de las malas prácticas que rodean el mundo de los encargos del diseño gráfico: “A veces vemos cómo el arte, la fotografía, el diseño y la ilustración se transforman en auténticas churrerías creadas para satisfacer las demandas de un público que pretende algo rápido, barato y fácil”.
Y añaden: “La urgencia (mucha), el presupuesto (escaso) y el segundo plano (tan habitual) que se le otorga a nuestro trabajo hacen que cualquiera se sienta capaz de ejecutarlo: reivindicación del trabajo de los diseñadores”.