
La parte transitable de debajo de un puente es o debería ser el epítome perfecto de lugar de tránsito. Un sitio relativamente hostil en el que pararse a hablar (ruido, pasos de cebra, prisas) es casi quimérico. Y uno de los que más afluencia tiene de Madrid, el de debajo de Raimundo Fernández de Villaverde, lo ejemplifica a la perfección.
Para convertirlo en un espacio más ameno, el Ayuntamiento de Madrid lo reformará mediante un proyecto que transformará o regenerará casi tres mil metros cuadrados. Así lo ha hecho saber el diario El Mundo tras tener acceso al proyecto de obras.
Inspirado en el puente de Juan Bravo –conocido como el Museo de Escultura al Aire Libre de la Castellana con obras de artistas como Chillida–, las obras podrían empezar este mes de junio y estarían acabadas a inicios de 2025.
¿Cómo será el puente?
La reforma –principalmente estética– del puente tendría una gran línea maestra: la apuesta por el uso peatonal. El Mundo informa también que se facilitaría el acceso a los grupos escultóricos, se incorporarían bandas ajardinadas o se renovaría la estética en los pilares y en los techos vinilándolos con patrones de pinos –como árbol casi endémico de la Castellana.
“Se colocarán nueve cubos y cinco bancas para transformar ese entorno en un lugar agradable para el peatón”, añade el diario, que al respecto de la variedad floral dice que habrá diez gramíneas diferentes.
En el año 2022 el puente fue sujeto de unas obras de renovación que duraron alrededor de cuatro meses y que se llevaron a cabo debido a pequeños hundimientos en la calzada.