Bufandas, camisetas y banderas. El uniforme oficial de los madrileños ha tenido este fin de semana un claro color protagónico. Como tantas otras veces, la Diosa que corona uno de los monumentos más emblemáticos de Madrid también se vistió de blanco. Eso ocurrió pasadas las nueve de la noche, veinticuatro horas antes se volvieron a entender y a gastar todos los lugares comunes.
Un gol de Vinícius Júnior en el minuto 59 en el Stade de France de Paris convertía al Real Madrid en campeón de Europa por decimocuarta vez. Alrededor de 400.000 personas –en otras ciudades españolas eran otras tantas y en París había otras muchas– se echaban a la calle para celebrar el título como quien celebra una preboda: sabiendo que lo importante ocurriría el día siguiente.
El domingo por la tarde llegaba a Madrid toda la comitiva. La ruta antes de llegar al Santiago Bernabéu –donde estaba la fiesta preparada– discurría por la Catedral de la Almudena, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.
En la Real Casa de Correos, futbolistas y cuerpo técnico fueron recibidos por Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid presumió del título de la siguiente forma: “El mejor equipo de futbol del mundo es español, madrileño, y vuelve a llevar el nombre de nuestra ciudad por todo el planeta”.
En la visita al Ayuntamiento, José Luis Martinez Almeida, alcalde de Madrid y reconocido colchonero, también presumió de que “Madrid acoge al mejor club del siglo XX… y a este paso del Siglo XXI”. Y no dejó pasar la oportunidad de apelar al pasado atlético de Cortois, que estuvo presente en las finales perdidas por los colchoneros: “Permítame que te diga una cosa con cariño, en el lado bueno también estamos los que lloramos contigo en Lisboa”.
El Real Madrid volvió a ganar en un deporte en el que lo normal es perder. La definición de los hechos a través de ellos mismos es imparable. Lo que el madridista Manuel Jabois definió en su crónica de El País como “el penúltimo baile en Europa de una generación intratable que ha convertido estos años en irrepetibles”.