Bien pensado, la tan manoseada comparación de un espacio urbano con un oasis encaja con pocas cosas mejor que un patio. Un patio es un remanso de tranquilidad, una neutralización del ruido y una trinchera ante las prisas. Entrar en un patio es, como dice el Jorobado de Notre Dame en la película homónima, estar en sagrado. Un lugar casi litúrgico donde disfrutar de la temperatura (sea cual sea) durante todo el año y desconectar de Madrid sin salir de la ciudad. Un espacio en el que estar alejado de los coches, de los ruidos urbanos y, en general, de todo. Sirva esta oda al patio para presentar a los mejores patios de Madrid.
1. Ginkgo Garden
Ginkgo Garden rinde homenaje al árbol milenario rico en propiedades que favorecen al bienestar. Por ello la atmósfera está impregnada de sosiego y toda la decoración tiene como hilo conductor ese concepto de jardín secreto, de oasis en mitad del caos de la ciudad. Una opción perfecta para desconectar dejándote llevar por los sabores y el exotismo de este acertadísimo espacio.
Calle Gil de Santivañes, 6
2. Fortuny
Ningún rincón de Fortuny tiene desperdicio (y no son pocos), pero la terraza sobresale por las cascadas de luces y el techo arbolado que le dan un aire de clandestinidad a este espacio al aire libre. Cuidado con la carta, porque se te hace la boca agua solo con verla.
Plaza de España, 3
3. Botania
Esta terraza es la viva imagen del lujo desenfadado, de esa elegancia natural que te acaba invadiendo solo con pasar un buen rato aquí. Funciona tanto para una comida familiar como para una cena romántica y con el sello del grupo Larrumba.
Plaza de España, 5
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4. Hotel Pestana
El Pestana Plaza Mayor esconde, además de una de las mejores vistas de la plaza Mayor, un amplio y luminoso patio interior con restaurante. Cuenta con una selección de cervezas locales y una carta de comida española que se puede disfrutar en uno de los lugares más emblemáticos de Madrid.
Calle Imperial, 8
5. La Tita Rivera
Estrella Galicia, Malasaña y un remanso de tranquilidad. Estos tres ejes pueden servir para definir a Tita Rivera, un espacio que ya está más que consolidado, que apenas necesita presentación y que no (suele) presenta dificultades para encontrar sitio. Su decoración al estilo de una antigua fábrica de cerveza y su patio son el combo perfecto para pasar una tarde tomando algo en un sitio diferente.
Calle de Pérez Galdós, 4
6. The Chapel
Esta lista está compuesta por patios únicos y por ello no podía faltar The Chapel, la iglesia que por las noches se convierte en el local de moda de la ciudad. Este patio cuenta con un impresionante juego de luces y un entorno mágico que hará que pases una velada única.
Paseo de la Castellana, 6
7. El Jardín de Salvador Bachiller
Si algo caracteriza a cualquiera de las terrazas y jardines de Salvador Bachiller es su exuberancia. El compromiso absoluto con el concepto de cada uno de ellos hacen que desde la decoración hasta la vegetación los conviertan en un verdadero oasis en pleno centro de Madrid, ubicado entre la puerta del Sol y Gran Vía.
Calle de la Montera, 37
8. Bel Mondo
Es muy posible que Bel Mondo sea uno de los mejores restaurantes italianos de Madrid, y por eso no podía faltar no solo en esta lista, sino tampoco en la de restaurantes de Madrid que hay que probar al menos una vez en la vida. Y por si hicieran falta más argumentos para visitarlo, tiene un enorme patio interior que hace las veces de terraza y que es pura ambrosía. Desde el verano pasado le acompaña también su hermano Villa Capri, que bien merece otra visita.
Calle de Velázquez, 39
9. Mercado de San Ildefonso
La fiebre que Madrid está viviendo con los mercados gastronómicos hace unos años era solo unas décimas. Y esas décimas las protagonizaba el Mercado San Ildefonso. En plena calle Fuencarral y con un patio bien insertado entre estructuras metálicas y aislantes térmicos, este es siempre un buen sitio (si encuentras sitio) para tomar algo.
Calle de Fuencarral, 57
10. El patio de doña Tecla
El estrés se queda en la puerta de este oasis playero en Madrid que encandila con su luz, sus colores vibrantes y un buen rollo que no cesa. Por las noches despliega su faceta romántica y se convierte en uno de los rincones más íntimos de la capital. Y, además, tu mascota será bienvenida.
Calle Pintor Juan Gris, 2 (Chamartín)