Una certeza que se viene consolidando desde hace tiempo es la de que el futuro de la movilidad (de una movilidad más sostenible) pasa por apostar por los desplazamientos en tren. Es por eso que esa tendencia lleva a buscar trayectos tanto nacionales como internacionales terrestres cada vez más rápidos, eficientes y menos contaminantes que favorezcan este tipo de transporte frente al aéreo, si puede evitarse. Y una de esas conexiones más esperadas dentro de nuestras fronteras, la de Madrid-Asturias, llegará antes del verano con un trayecto de unas 3 horas.
Hablar de que es «una de las más esperadas» se entiende en dos sentidos: por lo deseado de una conexión de estas características pero, también, por los múltiples retrasos a los que se ha enfrentado el trazado que unirá Asturias con la capital a través del túnel de Pajares. Si las previsiones del Gobierno central se cumplen, el trayecto estará listo y los trenes empezarán a operarlo en el mes de mayo de este año.
En cuanto a los trenes, no serán los Talgo Avril los que inauguren el trazado: este tipo de convoy («único tren del mundo con rodadura desplazable para más de 300 km/h», que puede circular a una velocidad comercial de 330 km/h y desplazar a más de 600 viajeros, según reza en la web de Talgo) aún no está homologado.
Según declaraciones recogidas por La Nueva España (LNE) de Isabel Pardo de Vera, secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se espera que «en verano o a principios del otoño estén listos estos trenes«. De esta forma, cuando se ponga en marcha este servicio los tiempos de viaje serán de 2h y 55 minutos en el caso de Oviedo y Madrid y de 3h y 20 minutos entre Gijón y la capital.
Conexiones de Madrid con otros países
En la línea de lo que se comentaba al principio del artículo, hay ejemplos recientes como el de Francia, que ha prohibido los vuelos cortos si estos son sustituibles por un desplazamiento en tren (por cierto, antes de verano Renfe conectará Madrid con Marsella en tren).
Otra de las conexiones que está en vías de hacerse realidad es la que podría conectar Madrid y Oporto, incluida dentro de su Plan Nacional Ferroviario.