Las máquinas que excavan, remueven y esculpen la nueva plaza de España se han visto obligadas a echar el freno de emergencia tras hallarse restos de hace 500 años en el subsuelo de la calle Bailén.
Las primeras averiguaciones apuntan a que se trata de las antiguas Caballerizas Reales de la Regalada, parte del legado del rey Felipe II. Son unos sencillos muros y tabiques edificados con ladrillo y calicanto que han puesto en pausa la reforma mastodóntica que mantendrá la plaza cerrada hasta finales del año que viene.
La remodelación permanecerá en el aire mientras se evalúa el valor de los restos encontrados y se define el camino a seguir. Las obras en la calle Ferraz seguirán en marcha durante este proceso.