La plaza de España ha sido cercada por un muro insondable que la aislará del resto de la ciudad desde hoy y hasta dentro de muchos meses. La gran obra del Ayuntamiento empieza ya, y pasará más de un año hasta que nos reencontremos con una versión más verde, acogedora y moderna de este icono que se extiende al final de la Gran Vía.
Si no frecuentas Madrid, o si tu cuerpo vive en la capital pero tu cabeza está empadronada en Marte, déjanos aclararte qué esta pasando. La Plaza de España cambia de imagen drásticamente, después de someterse a votación diferentes proyectos de reforma. El modelo vencedor tiene 11 razones que nos convencen y una que nos hace odiarlo.
Esta plaza se mete de lleno en el futuro con la creación de un paso de cebra para cruzar en todas direcciones, como el famosísimo Shibuya; aunque después de varias idas y venidas, parte del aspecto original se mantiene: la estatua de Cervantes se queda, a pesar de las ambiciones urbanísticas de quienes están en contra.
Desaparece el maravilloso restaurante chino subterráneo, que echó el cierre en febrero y que echaremos de menos para siempre, ya que nunca volverá a existir nada parecido.
La plaza derribará los muros y abrirá al público, como pronto, a finales de 2020. Hasta entonces, las vallas que la rodean nos impedirán ver cómo cambia poco a poco esta joya del paisaje madrileño.
Foto: El País