Hay quien ostenta relativos honores sin ser consciente de ello. Tal señora es la usuaria número mil de una prenda de ropa, estás siendo la persona un millón en ver la película de Barbie o serás la última persona en comer en un restaurante que no sabes que cerrará. La vida sin datos es más sencilla y también a veces más aburrida.
Con el callejero de Madrid ocurre algo parecido: ofrece respuestas a preguntas que nunca nadie le hace y que en mayor medida sufren carteros y repartidores de distintas índoles.
Preguntas, quizás, como la que encabeza el artículo: ¿cuál es la calle con el nombre más largo de Madrid? Ojo, no confundir con la calle más larga de Madrid –pregunta, por cierto, a la que te respondíamos en este artículo.
La calle inmemorizable
Decíamos: cuál es el vial que más caracteres contiene (si es que se puede ser más pedante al plantear una pregunta). Respuesta rápida: glorieta del Alcalde de Canillas Cipriano Santillana Moreno (alcalde de Canillas entre 1932 y 1939, si tuvieran la curiosidad).
Honestamente, una faena vivir ahí. Lo bueno, dentro de lo que cabe, es que no es posible: no hay edificios adscritos a esta glorieta. De lo contrario los moradores no vivirían en un vial, sino en un trabalenguas.
Un dato anecdótico puede ser que desde ahí se ve el edificio Mirador de Sanchinarro. Una mera curiosidad: el edificio más feo de Madrid (para muchos) en la calle con el nombre más largo de Madrid. A veces Dios castiga dándote lo que deseas.
La glorieta se llama así desde 2018 y vamos a ver el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid para ver qué nos cuenta:
El presente Acuerdo tiene por objeto la asignación de la denominación de «Glorieta del Alcalde de Canillas Cipriano Santillana Moreno» a la intersección de la avenida de Francisco Pi y Margall con la calle de Ana de Austria, en el Distrito de Hortaleza, según la propuesta aprobada con fecha 16 de octubre de 2018 por Acuerdo del Pleno de la Junta Municipal del Distrito de Hortaleza.
El asunto tiene miga y el Callejero Oficial del Ayuntamiento de Madrid contempla su nombre con toda la longitud del mismo, pero Google Maps no lo muestra.
Anécdotas sin importancia
En este arduo proceso investigativo que ha sido buscar el nombre más largo de una calle madrileña, servidor ha dado con la historia de un señor escritor llamado Xosé Neira Vilas. Vilas escribió una novela llamada Memorias dun neno labrego.
La administración de Lalín (Pontevedra) puso el nombre de la calle para decepción de los vecinos. Decepción, digo, porque se quejaban de la longitud del nombre. Vilas decía en una entrevista con el Faro de Vigo que, bueno, “hay calles en Madrid como Menéndez Pelayo que tienen un nombre mucho más largo que este”.
La verdad es que no entiendo muy bien a Vilas porque su calle tiene 23 caracteres y Menéndez Pelayo tiene 14. Pero eso es algo que me ha llevado a pensar en que la calle Goya es la calle Goya a secas cuando podría llamarse calle Francisco José de Goya y Lucientes. Pero ese también es otro tema.
Lo que no es otro tema es que el callejero madrileño es un misterio insondable y las ayudas que nos ofrece Madrid para desentrañarlo son escasas. Barcelona, por ejemplo, tiene una de mis cosas favoritas en el mundo que es una web que permite buscar una calle y aprender su historia (cómo se llamaba antes o porqué se llama así).
Una última cosa y en oposición a la pregunta que abre el tema. Hay dos calles con el nombre más corto en Madrid: la calle del Te y la calle de la Fe.