Visitar Madarcos puede ser la experiencia turística más efímera de la Comunidad de Madrid. Con apenas 8,46 kilómetros cuadrados (el equivalente a, por ejemplo, el Aeropuerto Internacional Princess Juliana en la isla de San Martín), Madarcos es el pueblo más pequeño o menos poblado de la Comunidad de Madrid.
El matiz regional es hasta importante desde un punto comparativo. El pueblo más pequeño de España está en Valencia y hablaban de él esta semana nuestros compañeros de Valencia Secreta.
Llocnou de la Corona tiene 130 metros de ancho y 250 de largo repartidos en apenas seis calles. Madarcos es Nueva York a su lado. No tanto así en habitantes. Llocnou tiene más de cien y Madarcos ronda los sesenta.
Aunque no siempre ha sido así. En 2001, Madarcos rozaba mínimos con 27 habitantes (casi menos gente que la que hay en un partido de fútbol). En 2011 llegó a los 48 y ahora según el último censo tiene 63.
Un pueblo que aparece en el archivo de la Unesco
Madarcos, que es casi un anagrama de madraca (la forma en la que autóctonos de localidades costeras se refieren a los madrileños invasores), fue reconocido por la Unesco el año pasado a través de la inclusión en la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón.
Nosotros lo hemos integrado entre nuestros pueblos ideales para hacer una escapada en Madrid y es que integra u un territorio montañoso situado entre los macizos de Ayllón y Somosierra.
Todo un pulmón verde que incluye los pueblos de La Hiruela, Horcajuelo de la Sierra, Montejo de la Sierra, Prádena del Rincón, La Puebla de la Sierra y, ahora, Madarcos.
El pueblo destaca por su arquitectura tradicional (fue una villa medieval, asentamiento de pastores). No es difícil imaginarse Madarcos en blanco y negro. A ello contribuye su formato de casa: cuadras rehabilitadas, informa Telemadrid, que han conservado su esencia.