Cuando el Napoli ganó el primer scudetto de su historia en 1987, el cementerio de la ciudad amaneció con una pancarta a su entrada. “No sabéis lo que os habéis perdido”, decía la pancarta en lo que es una anécdota que sintetiza cómo el fútbol trasciende lo deportivo en la antigua Partenopei.
Hace tres semanas, el Napoli volvió a ganar otra liga, 33 años después de la última (ganada entonces con Diego Armando Maradona como líder indiscutible del equipo).
Y la que fuera reconocida hace poco tiempo como la segunda mejor pizzería de Madrid, Baldoria, regalará pizzas durante dos horas el 2 de junio para celebrar este título liguero.
Pizzas gratis durante dos horas
Ciro Cristino, anteriormente estuvo en Bel Mondo y ahora está al frente de Baldoria, es napolitano. Y al respecto de la victoria del título liguero dice: «El pueblo napolitano se merecía esta victoria; no es solo una celebración futbolística».
El local de Baldoria, que está en el barrio de Salamanca (calle Ortega y Gasset, 100), repartirá pizzas gratis desde las 17:30h hasta las 20h el viernes 2 de junio.
El tipo de pizza que repartirá es la Margherita portafoglio, emblema, símbolo y epítome de la comida per portare via en Napoli. La margarita, que apenas necesita presentación y cuyo origen está en la ciudad napolitana, hecha con tomate, mozzarella, aceite de oliva y hojas de albahaca.
Y el concepto de portafoglio como sinónimo del street food napolitano. Una pizza que, por la elasticidad de su masa, se puede doblar en cuartos y se puede transportar y comer mientras se anda.
¿Qué se come en Baldoria?
El menú, naturalmente, es algo que se tomaron en serio en Baldoria y es, al mismo tiempo, la carta de un restaurante y una carta de amor a la cocina italiana. Está confeccionada a base de materias primas que viajan directamente de Italia a la mesa o que proceden de pequeños productores nacionales, como la carne de Ávila —del carnicero de confianza del barrio de Ciro— o las verduras que envía Jorge Nieto, de La Huerta de Aranjuez.
Las opciones para los entrantes pasan por platos como la focaccia di bellota (una focaccia con masa madre a la marinera y jamón de bellota de Guijuelo, Salamanca) y el tonno tonnato, que es uno de los ejemplos de recetas tradicionales italianas a las que se les ha querido dar un giro: es una versión del vitello tonnato compuesto de tataki de atún con salsa tonnata ligera y alcaparras.