
En las nuevas aperturas gastronómicas la decoración es casi tan importante como la carta. Y no, ya no es suficiente con que sea un restaurante bonito, ahora tiene que ser único, ligarse a un concepto, a una idea, a una experiencia. Por dos motivos: entre tanta opción es más fácil ser recordado y además es un reclamo para nuevos clientes. A veces no hace falta que el espacio sea espectacular, sino que la propuesta entera del restaurante no sea comparable a la de otro sitio.
Zíngara
Como ocurre con esas películas tan curiosas que lo mejor es adentrarse en ellas sin haber visto si quiera el tráiler, lo más recomendable es pisar Zíngara por primera vez sin información ni contexto. Diremos, porque algo tenemos que decir, que se trata de un restaurante de cocina y coctelería de autor que ofrece una exquisita carta vegetariana cuyos platos convencen hasta al más carnívoro de la sala. Siempre que este esté dispuesto a dejarse sorprender, claro está.
Uno reserva en Zíngara pensando que va a cenar en un restaurante más de Justicia y, nada más entrar, se da cuenta de que el espacio tiene algo distinto al resto. Una atmósfera, entre oscura y mística, que resulta más propia de un santuario o del hogar de una tarotista. Y es ahí donde reside su magia y quizás sea eso precisamente lo que lo convierta en uno de los mejores restaurantes para cenar en Madrid.
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Plaza de las Salesas, 8 (Salesas)
JAM
La palabra «original» cuenta con, al menos, un par de definiciones. La primera, hace referencia al origen: algo perteneciente a un lugar concreto. La segunda, a la creatividad y la inventiva, refiriéndose a una obra que, de alguna manera, es única. JAM es original en todas sus acepciones. Se trata de una taberna de Madrid, ciudad en la que nació, pero también es una taberna de Oriente Medio, tal y como se lee en su descripción de Instagram. Un doble origen –y un doble significado– que la ha colocado en esta simpática lista.
JAM no es un viaje a Oriente Medio sin salir de Madrid. JAM es una jam session en la que se mezcla la gastronomía española con la tradición culinaria del Próximo Oriente. Un espacio que, como hacía en Disney Channel Hannah Montana, une lo mejor de los dos mundos para traer a Lavapiés una singular cocina fusión con platos tan llamativos como su sabroso humus de chistorra o sus inesperadas palomitas de garbanzo con tahini y pimentón de la Vera.
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Calle Marqués de Toca, 7 (Antón Martín)
Mómö Kebab
La sofisticación del kebab ha llegado, está aquí, y se hace realidad Mómö Kebab. Pero la particularidad de este pequeño restaurante de Chamberí no se queda en presentar el kebab como si fuera la nueva smash burger de moda, sino que todo el local está ambientado en un vagón de metro que perfectamente podría haber sido diseñado para una película de Wes Anderson.
Tienen dos tipos de kebab, siempre con pan de pita, uno con pollo y otro con ternera, y las patatas son hechas al carbón.
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Calle de Hartzenbusch, 9 (Chamberí)
Lady Bongo
Comida japonesa con toques fusión y una carta de cócteles casi tan larga como la de comida. Lady Bongo es un dos en uno para aquellos que les gusta salir a cenar y a tomar algo, pero volverse pronto a casa.
Mientras la parte de arriba tiene un tiki raw bar con decoración japonesa y platos crudos preparándose al momento (nigiris y rolls, cebiches, tiraditos, pokes), la parte de abajo es el fondo del mar, acuario incluido. Es como Disneyland pero para adultos.
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Calle de Serrano, 1, (Retiro)
El Tinterillo de Málaga
«Un pedacito de Málaga en Madrid». Así se define este restaurante malagueño especializado en arroces, mariscos y pescaíto donde los platos no se piden: se subastan. Espetitos, gambas, ostras o vieiras van saliendo de cocina y se cantan –a viva voz y con mucho arte– en sala, para ir comiendo según se te antojen los platos que van anunciando.
Las raciones son generosas y la calidad digna de la tierra que llevan por bandera en el nombre, así que ve entrenando para estar ágil en tu visita porque según salen los platos vuelan.
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Plaza de San Miguel, 8 (Centro)
Guru lab
«Original» es un adjetivo que define perfectamente a la esencia de Guru Lab: más que un restaurante, y como su propio nombre indica, es un laboratorio. Un lugar para experimentar, ya estés del lado de la cocina o seas unx de los apenas 20 comensales que se pueden sentar en la única mesa del local. Por allí entonces empiezan a desfilar cócteles y platos –que varían de una semana a otra– a voluntad: como reseñaba nuestro compañero Miguel Sánchez, «tus gustos e intolerancias marcan el menú y el ritmo y la cantidad dependen solo de tus preferencias».
Por eso recomendar este o aquel plato en base a la experiencia propia no es posible en Guru Lab: la única opción es rendirse al misterio y estar dispuestx a dejarse sorprender. Eso sí, con una certeza: una vez que lo pruebes, querrás volver.
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Calle de Echegaray, 14 (Barrio de las Letras)
Guo Rong
Llegar a un restaurante y no entender nada. Si no hay experiencia más original y curiosa que esa, definitivamente no entendemos nada. La carta está llena de platos que (salvo que seas autóctono o muy ducho en gastronomía china) no has visto en tu vida.
Desde cabezas de pato hasta ancas de rana (algo más normal) y traducciones hilarantes como “arroz al pavor”. Lo mejor aquí no es dejarse aconsejar. Lo mejor es apostar por la valentía y pedir lo que nunca te pedirías. Por cierto, es una marisquería china ubicada en ese Chinatown conocido como Usera.
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Calle Dolores Barranco, 52 (Usera)
Cardumen
Es prácticamente imposible acabar en Cardumen por error. Aquí llegas porque quieres, porque has leído algo sobre el sitio, porque te lo han recomendado o por cualquier otra razón.
Es raro, sí, pero uno de los mejores restaurantes de pescado de Madrid está en un polígono industrial (tras un concesionario de coches). ¿El motivo? Uno de los grandes mayoristas de pescados de la capital tiene ahí sus almacenes: lo más parecido a la primera línea de playa que se puede encontrar en Madrid.
Una vitrina llena de pescado que parece recién sacado del Atlántico, una bodega con miles de referencias y una brasa que hace las delicias del comensal.
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Albufera 323 · Edif. Vallausa ·, Pta.1 Nave 5-6 (Vallecas)
Medium Club
«Cócteles sobrenaturales» es el claim y el leitmotiv de este esquinazo de la calle Pez con Jesús del Valle. Un lugar en el que pedir uno de esos combinados con nombres y presentaciones tan espectaculares como Premonición, Caras de Bélmez, Uri Geller, Apariciones Marianas… nuestro favorito es Abducción (hay toda una performance maravillosa alrededor de este cóctel, en serio, pídelo).
Pero hay algo todavía más peculiar que le va en el nombre: a la carta de cócteles se suma una completa oferta de lectura de líneas de la mano, de cartas del tarot, consulta de carta astral, grafología… incluso hipnosis, para los más atrevidos. Y eh, no estamos faltando a la verdad: aquí también hay carta de comida (y riquísima, hemos de decir): como el hummus de tomate seco, el bao de pringá andaluza, las albóndigas de pollo con leche de coco, el sándwich «santero» de Cuba…
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Calle Pez, 18 (Malsaña)
Salones Cuzco Lupita
El mejor sitio. ¿Que por qué? Porque cada vez quedan menos lugares así en Madrid. Y hay que protegerlos a toda costa. Salones Cuzco Lupita es un restaurante, es una sala de fiestas y es un lugar para la celebración. Aquí se juntan cumpleaños, quinceañeras, quedadas sin más… en un maremágnum de brindis, karaoke y risas.
En el plato, delicias peruanas como el seco de cordero a la Chiclayana, el arroz con pato con salsa de frambuesas, ceviches… y piscos sin fin.
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Calle del Monte Oliveti, 32, (Puente de Vallecas)
Caluana
Caluana es uno de los restaurantes más originales de Madrid gracias a que se sitúa en una antigua capilla barroca del siglo XVI en la calle de la Bolsa, a pocos pasos de la Plaza Mayor. En pocos sitios pudes comer bajo bóvedas y decoraciones de pan de oro.
Su propuesta culinaria se define como italo-castiza, fusionando sabores italianos con ingredientes y técnicas españolas. Destacan platos como los raviolis de cordero lechal en guiso de asado, la croqueta de tortilla de patata con papada ibérica o el gamo a la brasa con bordalesa. Además, su coctelería en el espacio subterráneo Maldita Gioconda completa una velada perfecta.
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Ubicación: calle de la Bolsa, 12 (Centro)
Este artículo ha sido escrito a diez manos por Alberto del Castillo, María F. Carballo, Miguel Sánchez, Isabel Nieto , y Elena Francés.