Es una costumbre cada vez más frecuente que la nota de prensa con la que se informa de la apertura de un nuevo restaurante incluya dos autorías: la relativa al chef y la relativa al interiorismo. En una época en la que la gastronomía parece regirse por un dogma —la comida no solo tiene que estar buena, sino que también tiene que parecerlo—, la extensión de la apariencia pasa del plato al resto del local. Lo restaurantes más bonitos de Madrid entran ya en las listas de todo el mundo, y, de hecho, hay 15 en Madrid entre los Restaurant and Bar Design Awards del 2022.
Así, arquitectos y diseñadores trabajan en restaurantes que transcurridas las décadas serán estudiados como proyección de un sentir contemporáneo, como lugar de moda entre la gente de la época o como futuros vertederos de nostalgia. Madrid, con millares de restaurantes (al menos 50 de ellos hay que probarlos antes de morir), tiene una vasta oferta gastronómica que como poco es reseñable. Pero como la experiencia no consiste en vivirlo sino también en contarlo a través de imágenes, hay restaurantes que enamoran por su belleza y que justifican la visita solo como espacio de deleite visual o funcional.
1. Maddock
En materia de atmósferas o ambientes envolventes Maddock es una referencia. Desde que se pone un pie dentro del restaurante la decoración te envuelve y no es un mero complemento visual a la experiencia, sino que forma parte de ella: desde el mobiliario, la iluminación, los neones o los suelos, todo suma para que una vez que cruzas la puerta comer allí sea algo que disfrutes con todos los sentidos.
💶 Precio del menú: 38,90€ por persona
Paseo del General Martínez Campos, 26 (Almagro).
2. Caluana
Caluana es sencillamente un restaurante que está dentro de una iglesia. Esta cosa recuerda a un cuadro de El Bosco: con una división simbólica de los espacios. Abajo está el Olivar –zona de coctelería–, arriba está el Invernadero –la no-terraza– y en el centro está la capilla –la zona más insólita en comparación con casi cualquier otro restaurante del mundo. Caluana no es solo la constancia de estar bajo bóvedas del siglo XVI haciendo algo que no se suele hacer bajo bóvedas del siglo XVI, sino también degustando una carta que se define como italocastiza.
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Calle de la Bolsa, 12 (centro).
3. Habanera
Como vivir en la tropicalidad despreocupada de La Habana pero sin moverse de Justicia. En el espacio que antes ocupaba la cafetería Ríofrío y con una cristalera que invita a observar la plaza de Colón, hoy se alza Habanera. Uno de esos restaurantes de los que se habla hasta la saciedad, en parte por su gastronomía (con el sello de calidad de Grupo Larrumba), en parte por su decoración (que lleva la impronta estética del mismo grupo).
Plantas, muchas plantas naturales; colores vibrantes con estampados florales y geométricos; mesas coquetas que motean un espacio amplio de techos altos. Y entre este ambiente tropical, una carta que lo mismo propone platos cubanos como la croqueta de ropa vieja, como nos devuelve a la infancia (en esa tarta de galleta María, chocolate y Lacasitos).
💶 Precio menú:24,90€ por persona.
Calle de Génova, 28 (Justicia)
4. Bakan
El restaurante mexicano que triunfa en Miami no podía llegar a Madrid con un alarde interiorista discreto. Se trata de un trabajo que ha corrido a cargo del estudio de interiorismo Cousi. La voluntad decorativa ha tenido y conseguido el propósito de evocar México en cada centímetro cúbico. Desde los centenares de cactus que se distribuyen por el local hasta las recreaciones de agave inspiradas en el arte Huichol y que cuelgan del techo.
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Plaza de la Independencia, 5 (barrio de Salamanca).
5. Perrachica
En las opiniones de Tripadvisor Perrachica es el restaurante español en el que más se repite la palabra «bonito» según el estudio publicado por la web de viajes Holidayguru en 2023. Este restaurante de grandes dimensiones, como es habitual dentro del grupo Larrumba, aúna estilos decorativos entre lo industrial y el bistró francés, con un efecto resultón. Su carta también mezcla gastronomías con el suficiente éxito como para que sea un acierto asegurado cuando se trata de juntar a un grupo grande de gente bajo un mismo menú.
💶 Precio del menú: desde 24,99€
Calle Eloy Gonzalo, 10 (Chamberí)
6. Numa Pompilio
Ir por primera vez a Numa Pompilio es como probar un mochi, solo al verlo por fuera te parece bien, pero no sabes lo que te espera dentro. Cuando atraviesas el patio de este restaurante italiano llegas a la Roma antigua y más romántica. Su carta se basa en la tradición italiana, pero bebe de toda la cuenca del Mediterráneo. Dos pruebas de ello son los gnocchi con perdiz y los raviolones de rabo de toro.
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Calle de Velázquez, 18 (Salamanca)
7. A’ Barra
El concepto de la barra es casi el de itamaes a la española: los chefs hacen desde el principio o rematan o finiquitan cada plato delante del comensal. No es que se coma a cocina vista, es que la cocina constituye per se las vistas. Los chefs explican cada plato, responden preguntas y ayudan a entender lo que uno está comiendo. La decoración es un factor fundamental en la experiencia A’Barra: desde el componente sorpresivo que esconden las formas imposibles de la madera que da forma al interior de la barra hasta los leds que van cambiando su intensidad en función del momento de la comida en el que nos ubiquemos.
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Calle del Pinar, 15 (Gregorio Marañón).
8. Terracotta
La decoración del restaurante emula la terracota y bien recuerda a un hormiguero: las formas sinuosas los colores entre amarronados y rojizos contribuyen a crear una apacible sensación de comodidad. El restaurante emula este material y de él toma el nombre inspirándose en la tierra cocida, el material con el que se levantaron imperios. La idea, rápidamente pensada, funciona como metáfora. Si sirve para levantar imperios: cómo no va a servir para levantar un restaurante.
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Calle de Velázquez, 80 (barrio de Salamanca).
9. Lazzaroni
Hay quien define el interior de Lazzaroni como un cuadro. Y la definición no puede ser más acertada: una primera vista del local de este acogedor restaurante italiano bien podría invitar a pensar que está en 2D. Presumen de elaborar productos frescos tal y como se hace en la tradición italiana: con un horno típico napolitano, un suelo damero y una decoración que justificaría per se la visita si no fuera porque la comida también es harina de otro costal.
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Calle Veneros, 8 (Majadahonda).
11.Manolita Chen
La segunda Manolita más famosa de Madrid (la primera es la que vendía lotería en Preciados) tiene un restaurante absoluta y auténticamente chino. Uno de los mejores restaurantes chinos de Madrid tiene también una decoración sensacional. El nombre rinde homenaje a la historia de Eva Chen, propietaria, porque a su familia le corresponden los orígenes del Teatro Chino de Manolita Chen. Así, este homenaje que homenajea a todo un linaje se antoja como lugar fetiche para quienes buscan un restaurante acogedor, ecléctico y de estética moderna.
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Calle de Castelló, 18 (barrio de Salamanca).
12. Bel Mondo
Bel Mondo es uno de esos restaurantes que hay que probar una vez en la vida. Su plato más destacado es el Carbomamma, un tributo a la carbonara auténtica servicio en una rueda de queso pecorino. Cuenta con un gran espacio, dividido en dos plantas y tiene capacidad para albergar 300 comensales.
Cada uno de sus salones tiene una decoración especial. Los vinilos, paredes rosas, alfombras estampadas, neones y lámparas antiguas son solo algunos de los elementos que contribuyen a crear un ambiente único. Su patio interior, que en ocasiones funciona como terraza, simula una verdadera trattoria romana. Situado en un jardín repleto de flores, es una de las mejores opciones para desconectar de la ciudad. Fue el primer restaurante del grupo Big Mamma en España, pero su hermano Villa Capri, situado en el número 118 de calle Hortaleza, no tiene nada que envidiarle.
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Calle Velázquez, 39 (barrio de Salamanca).
13. Bugao
Tener un pedacito de Ceuta en Madrid era el objetivo de Hugo Ruiz cuando decidió abrir su restaurante, una misión que el joven chef cumplió con creces. Tal y como adelanta su eslogan, “Cocina entre mares”, los protagonistas de su carta son los pescados del Estrecho, con el mar actuando como hilo conductor de todos sus platos. En cuanto al local, la decoración de la arquitecta ceutí Silvia Picar pone el broche de oro al ambiente de Bugao. Su diseño sigue el estilo andalusí, combinando la inspiración en los pueblos mediterráneos con el mundo árabe. Al contar con dos espacios, Gourmet y Gastrobar, el establecimiento es la combinación perfecta entre la sofisticación y la cocina más informal.
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Calle de María de Molina, 4 (barrio de Salamanca).
14. Oroya
Uno de los restaurantes con terraza más candentes del último año es Oroya. Se ubica en el hotel The Madrid Edition, y ha sido elegida la cuarta mejor de Europa, según el ranking de Big 7 Travel. Sin duda esta es una de las localizaciones más románticas del Madrid en las alturas. El restaurante peruano y pisco bar está ubicado en la cuarta planta del hotel, y de él se destaca en este ranking que «la terraza tiene una acogedora chimenea, una pérgola cubierta de enredaderas y un elegante bar de teca, con vistas espectaculares a la ciudad».
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📍 Plaza de Celenque, 2 (centro).
15. Smoked Room
Smoked Room ganó dos estrellas Michelin en sus primeros seis meses de vida. Además, el último proyecto del chef malagueño Dani García, ha sido elegido como uno de los restaurantes más bonitos del mundo. Este es sin duda uno de restaurantes si quieres epatar. La exclusividad lo empapa todo, desde la decoración, hasta la carta y el diminuto espacio —solo caben 14 persona.
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📍Hotel Hyatt Hesperia – Paseo de la Castellana, 57 (Río Rosas)
Este artículo ha sido escrito a seis manos entre Alberto del Castillo, Selene García Torreiro, Isabel Nieto y Elena Francés.