¿Os imagináis encontrar el Callejón Diagon entre algunas de las calles de Malasaña? Para los que vivimos la saga esperando entrega tras entrega que nos llegase la carta de Hogwarts (yo sigo esperándola) sería todo un sueño hecho realidad.
Por desgracia, aún (no pierdo la esperanza) no existe nada así en el barrio, pero por las calles de Malasaña nos han dejado algunos indicios de la saga. Muchos de ellos solo serán comprendidos por los fans más incondicionales, como la Marca Tenebrosa del que no debe ser nombrado (Lord Voldemort, para los despistados) o el símbolo de las Reliquias de la Muerte.
Estas muestras de arte urbano han sido bautizadas como MadGic Streets y parece que han tenido bastante acogida entre todos aquellos que han ido descubriendo las señales por las calles del barrio.
Los sellos de las casas Hufflepuff o Gryffindor y el del propio castillo de Hogwarts adornan las fachadas de la calle ante la sonrisa nostálgica de los fans (lástima que no sean tan “realistas” como la Dama Gorda o George von Rheticus).
Entre los guiños a la película se encuentra hasta el aviso que alerta a todos los muggles en la Cámara de los Secretos: “The Chamber of secrets has been opened. Enemies of the heir… beware”, qué para los de la LOGSE viene a ser: “La cámara secreta ha sido abierta. Enemigos del heredero, temed” (¿soy la única que se eriza leyendo esta frase?).
Y lo que ha terminado por llevarnos de nuevo a nuestra infancia ha sido encontrar los mismísimos carteles de busca y captura tras la fuga de Sirius Black de Azkaban.
No sé a vosotros, pero a mi me han entrado unas ganas tremendas de volver a ver las películas. Una tras otra. Tras leer los libros. Uno tras otro también.