El otro día viví una auténtica Experiencia Kirei…
Cuando mi compañera de piso me dijo que me iba a regalar una “Experiencia Kirei” pensé en cualquier otra cosa menos en pescado crudo. Las dos nos declaramos amantes del buen comer, o como se dice ahora, foodies. Aunque tenemos nuestras diferencias. Ella, por ejemplo, es tan amante de la comida cruda que su anatomía se ha adaptado a sus gustos gastronómicos (le están saliendo las muelas del juicio). Yo, en cambio, el único alimento “crudo” que tomo es el jamón…
—¡¡Voy a hacer que te guste la comida cruda!!—Mi compañera había pedido un menú de sushi para las dos… ¡Creado por Ricardo Sanz, chef de Kabuki, grupo galardonado con cuatro estrellas Michelin! Cómo iba a dejar pasar la oportunidad de probar algo con una estrella…
Y así fue como empezó mi aventura hacia el Lejano Oriente.
Mi amiga llevaba preparándolo todo desde hacía dos días (luego me dijo que hay que hay que hacer el pedido con al menos 48h de antelación) — incluso había adornado la mesa con figuras de origami.
Resulta que Experiencia Kirei viene del grupo Kabuki, (que cuenta con cuatro estrellas Michelin) y te envía a casa el menú que más te guste en dos días. Además, lo hacen garantizándote que se trata de productos de primera calidad que Pescanova se encarga de seleccionar.
Cuando abrió el pedido, tuvimos ante nosotras un montón de cajitas que yo no sabía diferenciar. Mi “aventura” constaba de las siguientes pruebas: sopa miso, niguiris de salmón, pez mantequilla con trufa, pescado blanco, vieira con sales, negitoro de maki, akuma futomaki, tartar de salmón picante, ceviche de pescado blanco, usuzukuri de gambón y tataki de atún. Aunque la comida fuese japonesa, a mí todo eso me sonaba a chino…
Por suerte, mi amiga es toda una entendida en comida japonesa, así que se ocupó de terminar de dar el toque final a algunos de los platos y de emplatarlos cual foto de instagram (en realidad se ayudó de las instrucciones de la web de la Experiencia Kirei).
Cuando probé el primer niguiri pude disimular mi expresión de placer, pero cuando llegué al de pez mantequilla con trufa mi compañera me había pillado por completo. ¡Cómo podía estar tan bueno! A partir de ahí, vivimos una lucha constante por ver quién se comía qué. Menos mal que ella estaba llena para cuando llegamos a la sopa miso (aunque es un entrante, mi amiga quiso que empezáramos con los platos fuertes). ¡La preparé yo misma! La calenté y después le añadí las algas, la cebolleta y el tofu. Nunca pensé que una sopa podría llegar a convertirse en mi plato favorito.
Después de cenar, me había convertido en una experta. Ahora sé diferenciar entre un maki y un tataki y mi amiga me dijo que le debo una cena por haberme descubierto este nuevo mundo.
Lo que ella no sabe es que voy a volver a pedir Experiencia Kirei, que como es mi primer pedido, tendré un 10% de descuento. Y como hoy me siento generosa, os diré que vosotros también podéis tenerlo si utilizáis el código BIENVENIDA en su web.
Espero que acabéis tan encantados como yo…