Madrid es una ciudad que por su tamaño propicia que espontáneamente (o a fuego lento) las calles se conviertan en sinónimo de otras cosas. Como Leganitos, que su mención no lleva a pensar en que era una de las casillas más baratas del Palé, el Monopoly primigenio. O a que es una calle paralela a la vía más transitada de España.
La mención de Leganitos invita a pensar, inmediatamente, en una cultura gastronómica concreta y vibrante. Leganitos concentra una cantidad de restaurantes de comida china quizás solo comparable en términos de densidad al distrito de Usera. Y desde esta semana hay un nuevo inquilino: Yum House.
Yum House es el tercer hijo de Eva Chen e Ignacio López, padres también de La Pagoda y Manolita Chen –uno de los restaurantes más bonitos de Madrid.
El nuevo restaurante, que está en los bajos del hotel LetohLetoh (calle de Leganitos, 41), parece representar una máxima: las cosas que funcionan no hay que tocarlas. Y el grupo La Pagoda funciona muy bien. Por eso la apuesta gastronómica es plenamente continuista.
En Yum House vas a encontrar, igual que en sendos restaurantes, una carta que recorre el continente asiático y algunos de los clásicos como las gyozas de pato o los raviolis wonton rellenos de queso crema, cangrejo y chili dulce. Además, claro, de la cuidada y clásica selección de nigiris que siempre tienen una vuelta con respecto a la tradición (como el hamachi con chip de patata o la vieira en dos texturas).
Un festival gastronómico que va de Corea a Japón y pasa por China o Vietnam y que también incluye una nutrida carta líquida formada por catorce cócteles.