La muñeca más icónica estrena film y en este artículo imaginamos cómo sería la vida de Barbie en Madrid. Furor es el único adjetivo para describir lo que esta película ha despertado en la gente, por supuesto, avivado por una campaña de marketing que lo engloba todo: colecciones de ropa, electrodomésticos, un álbum de música, maquillaje, comida y por supuesto las muñecas de cada personaje.
Barbie ha crecido junto a sus compradoras, ahora no es solo una muñeca rubia bien vestida. Su mundo interior se ha expandido y en este Barbie World cualquiera puede vivir, solo hay que fijarse bien para encontrarla por la ciudad.
Su casa sería La Casa Rosa
La lógica es apabullante: no podía ser otro lugar. Lo esquimales distinguen entre no sé cuántos tipos de blancos, ¿qué no puede distinguir Barbie en lo referente al rosa? La Casa Rosa la conforman, cromáticamente hablando, hasta doce tonos de rosa que lo convierten en un espacio radicalmente surrealista.
Más cosas: se inspira en la Muralla Roja de Calpe, ese extraño edificio de Ricardo Bofill que también es un buen lugar en el que imaginarse a Barbie viviendo. Sobre la casa en cuestión (en la cual, por cierto, puedes pernoctar) dicen lo siguiente: «La intención era jugar con el espacio, descolocar al habitante y que este entrará en una especie de país de las Maravillas».
📍 Calle Esparteros, 2 (centro)
Tomaría una hamburguesa con Ken en Munchies by foodgoddess
Si en vez de Greta Gerwig, la película la hubiera dirigido Wes Anderson, podéis tener por seguro que Ken y Barbie comerían en Munchies by foodgoddes. Con una historia puramente pandémica y contextual, Munchies es una hamburguesería que ha está en pleno Barrio de las Letras.
El rosa tiñe las paredes del interior y un cartel de una estética moderadamente madrileña anticipa el nombre: Munchies by foodgoddess. La segunda parte del nombre, por cierto, hace referencia a la cuenta de Instagram que usaba Khundadze, una de las socias fundadoras, para recomendar restaurantes en París.
📍 Calle de Sta. María, 39 (Barrio de las Letras)
Barbie compra diseño en la última planta del Wow
La arquitectura y el diseño no son tema baladí en el mundo de Barbie, prueba de ello es que parte de la campaña de marketing de la película ha incluido pintar una casa de rosa en Malibú (California). A Barbie le gusta venir a ver cosas bonitas a la planta de diseño del WOW Concept. Coffee table books de fotógrafos y diseñadores, velas de todos los olores y formas, manteles de vichy, y toda la decoración de colores de Hay, sin duda la Barbie interiorista se pasaría un buen rato eligiendo objetos aquí.
📍Calle Gran Vía, 18 (centro)
Toma helado en Maison Glacée
Por supuesto que Barbie toma helado cuando sube el termómetro, pero no cualquiera. «Helados de culto» así es como los definen en Maison Glacée donde además revisten sus locales de un rosa pastel digno de Barbie.
Maison Glacée es la aportación del pastelero Ricardo Vélez a las heladerías más finas de la ciudad. Todo está pensado: la leche es ecológica y de la Comunidad de Madrid, el barquillo se prepara al momento y el cacao es Puro Venezuela, haciendo honor a Moulin Chocolat, la pastelería estrella de Vélez.
📍 Calle de Alcalá, 77 y calle de Ibiza, 42 (Salamanca)
Queda con sus amigas a tomar algo en el Barceló Torre de Madrid
A Barbie le gusta quedar a tomar algo en el lobby del Barceló Torre de Madrid porque los colores y diseños de Jaime Hayón le devuelven a su Malibú natal. Con un toque surrealista y alegre, propio del premiado diseñador, y repleto de plantas exóticas. El nuevo gastrobar La Santa María se ha convertido en el sitio seguro para reunirse con sus amigas y comentar la transformación vital que está viviendo. No es un spoiler, hace tiempo que Barbie tiene muchos oficios, viaja y conduce su Chevrolet Corvette c1 rosa. Un ritmo de vida del que suele hacer una pausa aquí.
📍 Pl. de España, 18 (centro)
Se pone las botas los tacones en La Cerda de Chueca
Vale, tienes razón. Quizás el nombre no sea nada Barbie pero te prometemos que el menú y su decoración no pueden serlo más. La Cerda, del grupo Le Cocó, es un sinsentido rosa en pleno barrio de Chueca que te deja con la boca abierta y, al mismo tiempo, hecha agua. De entre sus muchos platos, Barbie seguramente acabase pidiendo una Burger Queen, servida en un gigantesco plato rosa con forma de hamburguesa y uno de sus originales cócteles, también presentados de la forma más llamativa posible.
En La Cerda de Chueca es todo tan peculiar que querrás llevarte hasta el Mattel. Perdón, el mantel.
📍 Calle Barbieri, 15 (Chueca)
Y va a bailar en patines a Rolling Dance & Burger
Si ya has visto la película o, al menos, le has echado un ojo al tráiler, sabrás que Barbie y Ken no van a ninguna parte sin sus patines. De hecho, las primeras imágenes que se filtraron del rodaje fueron de los dos protagonistas sobre ruedas luciendo unos icónicos modelitos multicolor. En esta lista, por tanto, no podía faltar un plan como el que ofrece Rolling Dance & Burger.
Una pista de patinaje sobre ruedas que, a su vez, es una pista de baile al más puro estilo años 80. ¡Bola de discoteca incluida! Además, entre coreo y coreo, puedes hacer una paradita en boxes para cargar las pilas y llenar el estómago en su restaurante al más puro estilo norteamericano. Más Barbie imposible.
📍 Estación de Chamartín
Aunque sea americana, no perdona un té en Bloom
Del desayuno a la cena, pasando por la merienda y el té de las 5, Bloom es la apuesta romántica de Barbie para tener una cita y enamorar a Ken. Abierto en 2020, Bloom es el último gastrobar abierto por la firma Salvador Bachiller en Madrid.
El nombre, florecer, viene a sintetizar la estética de todo el local en una sola palabra, ya que las rosas y los árboles hacen sentir a cualquiera en un auténtico paraíso de la naturaleza. El mobiliario y la vegetación transportan a Barbie a los felices años 20 en Inglaterra mientas toma un Earl Grey con bergamota.
📍 Calle de Alberto Aguilera, 54 (Chamberí)
Cuando quiere algo dulce, queda en Coco Mocca
Si Barbie fuese diseñadora de interiores, Coco Mocca sería su gran proyecto. Flores, tonos pastel, rosas, blancos y unas preciosas butacas para languidecer mientras remueve el café. El ambiente que se genera en el interior de este sueño en rose es apacible, tranquilo. Sus especialidades (cafés fríos, frappés, dulces, bizcochos y tartas) harán las delicias de la Barbie repostera. Además, desde sus mesas, Barbie también podría teletrabajar (si es que algún día tiene la necesidad de saber qué es eso del teletrabajo).
📍P.º de las Acacias, 49 (Arganzuela)
Se hace la manicura en Luluview
No tenemos pruebas, pero tampoco ninguna duda: si Barbie (o Ken) se quisieran hacer la manicura en Madrid lo harían en Luluview. Este salón de uñas, ubicado a unos metros de la plaza de Jacinto Benavente, parece salido directamente de su universo: un local en el que el rosa pastel predomina y en el que hacerse las uñas va más allá de una mera cuestión estética. Es un lugar donde reivindicar y reapropiarse del denostado concepto de lo femenino sin complejos.
Aquí cada manicura es una verdadera obra de arte y la fantasía empapa cada diseño, por eso no es de extrañar que durante su visita pudiese tener a Chanel, a Samantha Hudson o a Rossy de Palma como vecinas de butaca.
📍 Calle de los Relatores, 10 (centro)
Se pone castiza en La Mallorquina (de Quevedo)
No es que nos la imaginemos vestida de chulapa y bailando unos chotis en la pradera, no. La Mallorquina de Quevedo no podía faltar en este peculiar mapa de Madrid por una razón sencilla: es el resultado directo de cruzar el imaginario de Barbie con el concepto de lo castizo.
Con ese diseño limpio y tonos claros en blanco y rosa se convierte en un punto de encuentro en el que no es difícil imaginarla junto a otras Barbies tomando un café, degustando alguno de sus dulces y charlando mientras observan el trasiego de paseantes en la glorieta de Quevedo a través de la enorme cristalera.
📍 Calle de Arapiles, 1 (Chamberí)
Y se corta el pelo en NiM Salón
Cada vez que abre la puerta de NiM Salón, Barbie entra en éxtasis. Manu Guillén y Natalia Infantes, ideólogos y creadores de este espacio en pleno corazón del barrio de Conde Duque, están especializados en dar color a la vida (y al pelo de cualquier Barbie, sea la fantasía que sea). En este salón de belleza, Barbie recibe un trato personalizado y un buen tratamiento hidratante y revitalizador para que su distintivo rubio no pierda fuerza ni brillo. Además, todo aquí es irisado y rosa. Barbie, como en casa.
📍 Calle de San Vicente Ferrer, 63 (Malasaña)
Este artículo ha sido escrito a diez manos por Isabel Nieto , Miguel Sánchez, María F. Carballo, Alberto del Castillo y Elena Francés.