
En la era del estímulo constante, el scroll infinito y la gratificación inmediata, los restaurantes tienen que ser mucho más que buena comida: tienen que ser experiencias.
Para crear ese ambiente que atrape —ya hay cursos para diseñar experiencias culinarias en centros tan prestigiosos como el Basque Culinary Center— en la hipercompetitiva escena gastronómica madrileña, el maximalismo es tendencia. Como todas las modas, esta también nace en contraposición, en este caso, del minimalismo impuesto por la influencia escandinava y que ha calado en lo más hondo de la estética millenial.
Es aquí donde esta selección de restaurantes que hacen alarde de su exceso decorativo tienen sentido y seguramente no de deje de crecer en los próximos años.
1. Lady Bongo
Lady Bongo se define como un tiki raw bar, es decir, un espacio de espíritu hawaiano en cuya carta se despliegan alimentos crudos. Así, en su carta nos encontramos con ostras (cocinadas de diversas formas), nigiris y rolls, cebiches, tiraditos, pokes o ensaladas.
Y, por supuesto, también tiene los mejores y más exóticos combinados. Desde el restaurante nos confirman que los más pedidos, los reyes de la casa de la coctelería de Lady Bongo son el Tikilero, Sling Sling y Bongo Colada. Como plato, toma nota, no te pierdas el cebiche de gamba roja.
¿Y la decoración? Pura fantasía, desde el gran acuario con peces exóticos a ese horror vacui de la barra de coctelería, las exuberantes plantas, el mosaico con máscaras de la Polinesia y motivos tiki… como definen ellos mismos en su web: «un refugio de bambú en mitad de la selva madrileña».
📍 Calle de Serrano, 1, (Retiro)
💶 Precio medio: 45 € por persona.
2. Quintoelemento

Este restaurante esta ubicado en las dos últimas plantas de la discoteca Teatro Kapital y combina el audiovisual con la gastronomía de una manera única. Gracias a una pantalla cóncava gigante donde se proyectan imágenes en 4K en este restaurante se puede disfrutar de una experiencia sumamente inmersiva. Además, en las paredes se proyecta tanto videoarte como videomapping transformando continuamente el espacio.
Las imágenes que se proyectan tanto en el techo como en las paredes están inspiradas en los diferentes elementos (tierra, fuego, aire y agua) de aquí el nombre del local. Y no nos podemos olvidar de la gastronomía, los platos más memorables de este sky bar son la viera acompañada de jalapeño y pepino, el taco de lenteja con merluza, lemon grass y brotes o el atún miso ibérico con yema curada y crujiente de boniato
📍 Calle de Atocha, 125 (Las Letras)
💶 Precio del menú ejecutivo: 25€ por persona.
3. Villa Capri

Este restaurante del grupo Big Mamma está inspirado en la Costa de Amalfi, presentando diferentes ambientes dentro del local: mar, orilla y tierra. Villa Capri es un espacio con una decoración sumamente dramática y al más puro estilo italiano. Aunque lo que más te sorprenderá serán las esculturas de la sirena y el tritón situadas en el centro del local también es importante destacar sus sillones tapizados a rayas o sus lámparas retro, elementos que te trasladan directamente a la costa italiana.
La carta de Villa Capri cambia todos los meses porque sus platos se hacen mayoritariamente con productos de temporada. Pizzas al estilo napolitano, pasta frescas o ensaladas de burrata son solo algunas de las delicias que podrás disfrutar en este espacio.
📍 Calle Hortaleza, 118 (Chueca)
💶 Precio medio: 35 € por persona.
4. Maison jaguar

Maison Jaguar es maximalismo sin complejos. Con guiños a México en su decoración y su carta, este excéntrico restaurantes está pensado para la diversión. Los jueves, viernes, sábados y domingos por la noche hay DJ, shows en directo y aparcacoches. Y para disfrutar del espectáculo y la compañía, nada como un cóctel. No faltan en su carta margaritas, micheladas o chupitos de tequila y mezcal.
📍 Calle Goya, 39 (barrio Salamanca)
💶 Precio medio: 50 € por persona.
5. Salvaje
Salvaje o SLVJ se ha reproducido en Madrid y en otras capitales del mundo como París, Bogotá o Caracas. Aquí ya hay tres: uno en el barrio Salamanca, otro en la Moraleja y un tercero en la Galería Canalejas. Es un restaurante con espectáculo —casi un híbrido entre un restaurante convencional y una discoteca— con cocina japonesa fusión. En Salvaje más es más. Está pensado para cenar y sin sobremesa que valga, lanzarte a tomar cocteles y bailar.
📍 Calle de Velázquez, 62 (barrio de Salamanca); plaza de la Moraleja, 1 (Moraleja) y plaza de Canalejas, 1 (centro)
💶 Precio medio: entre 50 y 70€
6. La Cerda de Chueca

Jamones rosas que con diminutas alas sobrevuelan el techo, retratos de cerdos aristocráticos repartidos por las paredes y carteles de neón fucsia iluminando cada rincón. La Cerda de Chueca es un lugar difícil de describir, pero absolutamente fascinante. Una vez atraviesas el umbral de su puerta, no tienes ni idea de lo que está sucediendo, pero, por alguna extraña razón, te gusta.
Su decoración te obliga a tener los ojos bien abiertos y su menú, servido en platos y recipientes también de lo más llamativo, te invita a probar platos más bien típicos pero con un toque distinto. Huevos rotos… con cangrejo, ensaladilla… con pan de gambas o puré de patata… trufado son algunos de sus platos y guarniciones estrella. Sin duda, un lugar donde ponerse como un cerdo es prácticamente una obligación.
📍 Calle Barbieri, 15 (Chueca)
💶 Precio medio: 25 € por persona.
7. Inclán Brutal Bar
Situado en el callejón del Gato, una ubicación impregnada de historia y de literatura, Inclán Brutal Bar rinde homenaje a Ramón María del Valle-Inclán y a sus Luces de bohemia con descaro y chulería. El dramaturgo, en este restaurante tan canalla, se convierte en el recipiente de un cóctel y su imagen, traída al siglo XXI, decora cada estancia mientras te saca la lengua o te guiña un ojo.
Su esencia, la del esperpento, también se ve reflejada en su carta. Si pides patatas bravas, las tomarás dentro de una patata gigante; si te decides por el arroz con pato, te lo servirán en un pato de cerámica; y si te decantas por alguna de sus deliciosas bebidas, prepárate para beberlas de vasos con forma de Freddie Mercury o Marilyn Monroe. Un sinsentido para disfrutar con los cinco sentidos.
📍 Calle de Álvarez Gato, 4 (Centro)
💶 Precio medio: 30 € por persona.
8. Rosi la loca

Platos con formas variopintas (como la vaca digna de Milka de la foto), flores que cuelgan del techo y sillas tapizadas con los colores más retumbantes que te puedes imaginar. Y es que cuando entras a Rosi la loca, tienes que abrir tu mente y dejarte sorprender. ¿El menú? A la altura de las expectativas, ya que el espectáculo no se queda solo en lo que nos entra por los ojos, sino que también nos estimula por el estómago.
El chef Javier Alfaro no ha dejado nada a la ventura, cada alimento viene emplatado de la manera más icónica (y concordante) a lo que vas a comer. Ya sea un tataki de atún de aleta amarilla, alga wakame, salsa teriyaki y alioli de cítricos que navega en un barco con niebla incluida, o el baocata de carrillera de ternera (carrillera mechada, mole rojo, yogur, menta y salsa kimchee) en pan de espinacas, que llega hasta tu mesa con la curiosa presentación de la imagen.
📍 Calle de Cádiz, 4 (Sol)
💶 Precio medio: 25 € por persona.
9. Fanático
Un restaurante donde lo mismo te puedes encontrar un gigantesco elefante haciendo equilibrismos sobre una pelota que un show de música en directo. Fanático es un lugar increíble en el sentido más literal de la palabra: el de la incredulidad. Su decoración (que definen como «impactante») está inspirada en viajes, animales y los años 20 y sirve de escenario para los shows y la música en directo que acoge.
En cuanto a la carta, ofrece platos que beben de la gastronomía mediterránea (y especialmente española) como el atún con yema de huevo, soja y aceite, croquetas de jamón ibérico, arroz campurriano con pollo de corral o bocaditos de patata hojaldrada, jamón ibérico y huevo frito de codorniz.
📍 Paseo de la Castellana, 43
💶 Precio medio: 40€ por persona
10. Coco Mocca

Rosa hasta el más mínimo detalle. Entrar en Coco Mocca es hacerlo a un paraíso de un rosa pastel, de texturas aterciopeladas y de flores. Incluso encontrarás una típica red telephone box (las icónicas cabinas telefónicas londinenses) que aquí pierden el carmesí para volverse millennial pink. En la carta, tartas, bizcochos, tostadas, cafés… para los desayunos y las meriendas más floridos.
📍 Paseo de las Acacias, 49 (Pirámides)
💶 Precio medio: a partir de 5 € por persona (café y bizcocho).
Este artículo ha sido escrito a doce manos por Carmen Seco, María F. Carballo, Isabel Nieto , Javi Bisbal, Miguel Sánchez y Elena Francés.