Es un clásico que funciona. Regalar unos bombones de alguna chocolatería artesanal de Madrid casi siempre es bien recibido. En este caso no estamos hablando de churrerías en las que sirvan un chocolate a la taza bien espeso, aunque siempre es bien recibido, sino a esas bombonerías en las que suele haber un maestro chocolatero capaz de hacer magia con este ingrediente que de por sí no tiene una pizca de dulzor.
1. La Duquesita
Si la palmera de chocolate de La Duquesita no enamora a tu cita, nada lo hará. Tan crujiente, tan hojaldrada, con un velo de chocolate perfecto para no empalagar y dejar con ganas de más.
Pero no todo son palmeras de chocolate: La Duquesita es el espacio de venta de Oriol Balaguer y, en el número contiguo, el reconocido pastelero también presume de Salón de Té, en donde muestra su trabajo más vanguardista. Cualquiera de los dos espacios es perfecto para disfrutar del chocolate más refinado y sus más especiales formas.
📍 Calle de Fernando VI, 2 (Salesas)
2. Bombonería La Pajarita
Reconocida por sus caramelos de violeta y, por supuesto, por sus pajaritas de chocolate, esta bombonería lleva más de 150 años trabajando el dulce. Inaugurada en 1852 por el bisabuelo del actual propietario, en La Pajarita se trabaja el chocolate con cariño y tradición (famosos son sus bombones de licor, los marrón glacé o el surtido que verás desplegado en sus vitrinas cada día). Por San Valentín, además, trabajan en sus bombones con forma de corazón rellenos de ganache de violeta.
📍 Calle de Villanueva, 14 (Recoletos)
3. Moulin chocolat
Moulin de Chocolat tiene al frente al que se hace llamar como “El chef del cacao” en Instagram, Ricardo Vélez, y que, además, ha sido elegido el mejor pastelero de 2023 por Madrid Fusión. No es un atrevimiento, por lo tanto, asegurar que esta es una de las mejores chocolaterías de Madrid. Sus bombones entran por los ojos y no decepcionan al paladar, pero sus torrijas, roscones y demás bollería típica la convierten en una pastelería versátil.
Vélez también dirige otras instituciones del dulce como la Chocolatería San Ginés o la pastelería del afamado restaurante Lhardy.
📍 Calle de Alcalá, 77 (barrio de Salamanca)
4. Cacao Sampaka
Cacao Sampaka es una chocolatería artesanal de Madrid que nació en Barcelona en 2000 y tiene una tercera tienda en Japón. Todo lo que compres aquí lleva chocolate, no hay pérdida. Tienen osos tamaño peluche, tabletas de ediciones especiales, como la de Gaudí; cajas de bombones pensadas para fechas especiales como San Valentín y crema de cacao untable, entre un sin fin de opciones para amantes (del cacao).
📍 Calle de Orellana, 4 (Salesas)
5. 24 onzas
24 onzas no tiene clientes, tiene parroquianos. La sensación que da esta pequeña tienda y obrador de chocolate es que quien va una vez, repite. Carmen Capote es la fundadora de este reconocible espacio y dice a Madrid Secreto: “La filosofía de la empresa es tratar el chocolate de forma manual, artesanal, sin maquinaria. Y con ingredientes naturales, reduciendo mucho el consumo de azúcar”.
Aquí, además, nunca sabes lo que te vas a encontrar porque 24 onzas tiene todas las semanas un producto nuevo con ingredientes nuevos.
📍 Calle de Zurbano, 54 (Almagro)
6. Bombonería Santa
La Bombonería Santa comenzó a vender chocolates en los años 20 del siglo pasado. En poco tiempo se convirtió en el lugar preferido de la burguesía madrileña para comprar dulces artesanos. En la actualidad, Santa es un ejemplo de un negocio generacional que ha traído a nuestros días los sabores más tradicionales, de entre toda la variedad de productos destacan: los trocos, los rizados y las rocas de almendra y avellana.
Santa es conocida, aparte de por la gran calidad y sabor de sus bombones, por hacer un empaquetado muy bonito y elegante. Utilizan telas y papeles de colores para lograr que sus dulces sean el mejor regalo posible. Además, en San Valentín preparan cajas con forma corazón de diferentes colores y formas para los golosos más románticos.
📍 Calle Serrano, 56 (Barrio de Salamanca)
7. Kaicao
El hashtag instahealthy parece estar creado solo para ellos. Los chocolates de Kaicao no contienen azúcares añadidos, sino que están endulzados únicamente con dátiles, lo que los convierte en un superalimento de lo más goloso.
Esta pequeña chocolatería situada en el corazón de Lavapiés forma parte del movimiento bean-to-bar, que busca cambiar la industria del chocolate utilizando granos de cacao de comercio ético de fincas de un solo origen. Una alternativa sostenible y saludable, además de deliciosa.
📍 Calle de la Encomienda, 15 (Lavapiés)
8. Oriol Balaguer
Su nombre ya ha aparecido antes en esta lista, pero no es para menos cuando se trata de un auténtico maestro del chocolate. En el barrio Salamanca se encuentra la tienda de Oriol Balaguer, en la que se pueden encontrar desde panettones hasta chocolates y bombones con una clara seña de identidad: la sofisticación y, por supuesto, un sabor a la altura de uno de los mejores chefs de la parte dulce de la gastronomía.
📍 Calle de José Ortega y Gasset, 44 (barrio Salamanca)