Las obras de la Puerta del Sol continúan su avance para transformar uno de los espacios más icónicos de la ciudad. El ritmo de los trabajos, según aseguraba hace unas semanas la delegada del Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, Paloma García Romero, iba «bien» y la plaza estará lista para que los madrileños y madrileñas den la bienvenida al 2023 comiendo las uvas en la Puerta del Sol.
En 2021, y después de no celebrarse en 2020 por la pandemia, se pudo volver a presenciar en esta plaza la postal más típica de la Nochevieja en Madrid, con aforo reducido y medidas de seguridad. Un año después, y tras haberse realizado el hallazgo de restos arqueológicos –que, acorde a un informe de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, no serán conservados–, el Ayuntamiento apunta a que la cita anual de los madrileños con el reloj de la puerta del Sol volverá a celebrarse para despedir 2022.
Entre las medidas más destacadas de la reforma se encuentra la eliminación de la ballena acristalada, después de permanecer trece años en su emplazamiento.
Según han comunicado fuentes del Ayuntamiento de Madrid a Europa Press, la ballena será de los últimos elementos en desaparecer y no abandonará el acceso al Cercanías hasta el próximo año. A pesar de que sonaron propuestas ciudadanas como la de recuperar el templete de Sol construido por Antonio Palacios, la ballena se sustituirá por una estructura de vidrio oval.
Unas obras por fases
Las obras de la plaza estarán terminadas antes de que acabe el año, a excepción del acceso al intercambiador de Metro y Cercanías. De momento se están llevando a cabo la pavimentación de la calle Arenal y la instalación de bolardos retrotáctiles que controlarán el aforo telemáticamente, a petición de la Policía Municipal, para que «durante las uvas o manifestaciones se sepa cuál es exactamente el aforo de la plaza».
Por otro lado, según ha avanzado 20 Minutos se está trabajando en otros tres frentes: la calle del Carmen y su intersección con Tetuán, la propia plaza y la carrera de San Jerónimo. En el caso de los dos primeros, fuentes del Consistorio sostienen que la pavimentación en esos puntos está muy avanzada.
Las obras de remodelación que cambiarán –ya están cambiando– significativamente la plaza arrancaron el pasado mes de marzo con una inversión de 10,7 millones de euros y está previsto que finalicen la próxima primavera.