El barrio de Salesas podría compararse por sus edificios y sus gentes con el barrio Salamanca, pero el primero ha conseguido aunar el lado más exclusivo del diseño, la gastronomía y el arte, con cierto toque alternativo. El resultado es un barrio amable, que concentra a creativos y donde florecen los negociosmás variopintos entre calles peatonales y plazas, como la de París o la que da nombre al barrio, que le dan un aire tranquilo y lo hacen una zona perfecta para pasear.
Tomar café en Salesas
Golda
Golda es una cafetería en la que sirven pastelería argentino-israelí y café de Hola Coffee. No queda claro si el nombre hace referencia a la primera mujer en ser presidenta de Israel, Golda Meir, pero detrás están los mismos dueños de restaurantes como Fayer y Patio Siete que siguen la misma tradición gastronómica judía. Entre Babkas de chocolate y pistacho y Rugelachs, también sirven açai bowls y matcha lattes.
Calle de Orellana, 19
La Duquesita (pastelería)
¿La mejor palmera de chocolate del mundo? Confirmamos. Pensar en ese hojaldre, tan perfecto, tan crujiente en su justa medida, pero blandito en el corazón; esa película de chocolate negro, en su perfecta proporción… La Duquesita son sus palmeras y mucho más: es el atelier madrileño del reconocido pastelero Oriol Balaguer. Aquí, en esta suerte de botica antigua (se trata de un local de 1914) con un look que ya le gustaría a Wes Anderson, se obra la magia con las recetas más tradicionales de Balaguer.
Pero un pasito más allá, en el portal contiguo, abrió hace unos meses su Salón de Té, una auténtica gozada donde probar algunas de las invenciones más rompedoras de Balaguer.
Calle de Fernando VI, 2
Gran Café de Gijón
Uno de los históricos cafés literarios de Madrid, fundado en 1888 por el asturiano Don Gumersindo García. Este célebre café ha sido punto de encuentro de artistas, intelectuales o escritores, y alrededor de sus mesas se han celebrado tertulias y sentado personalidades como Ramón y Cajal, Pio Baroja, Pérez Galdós, Valle-Inclán, Maruja Mallo, Celia Gámez, Carmen de Mora o Angelina Gatell.
La historia del Gran Café de Gijón podría escribirse de nombre propio en nombre propio, y tanto su presente como su futuro estarán para siempre ligados a la historia de Madrid. Uno de esos negocios emblemáticos de los que quedan pocos.
Paseo de Recoletos, 21
Dónde comer y beber en Salesas
Hermanas Arce
Las Hermanas Arce, Elena y Ana, han conseguido un equilibro entre cafetería y restaurante difícil de encontrar. Un toque nórdico, espíritu francés y cocina mediterránea en la que todo se elabora, desde el pan hasta tartas. Un dato que refleja esto muy bien es que no tiene microondas. Aunque sus desayunos son muy conocidos por su pastelería casera, las comidas son su punto fuerte –tanto es así que no dan cenas: cierran a las 17.30h.
Entre 15 y 20€
Calle Marqués de Monasterio, 6
Macera Taller Bar (coctelería)
Es un bar. Es un taller. Es un espacio para amantes de la mixología y para valientes. Valientes porque aquí, en Macera, se maceran los sabores, se destilan los licores y se juega a la sorpresa con cada cóctel. Si te quedas con ganas de más, sal de Salesas y pon rumbo a la calle Ventura de la Vega 7, al Macera Club… y déjate llevar hasta la madrugada.
Cócteles desde 7 €
Calle San Mateo, 21
Restaurante Quispe
Quispe abrió en la zona de Alonso Martínez hace cuatro años y su éxito se entiende desde muchos puntos. Uno, quizás, es la comparación. La gastronomía peruana ya no es una moda: su consolidación se lee en las cartas de casi cualquier bar precedido por la palabra de gastro, que incluye un cebiche entre su oferta.
La comparación es un valor y lo digo porque Quispe incorpora en su carta una serie de platos de raro conocimiento y difícil consecución en otros restaurantes peruanos de Madrid.
Calle de Orellana, 1 (Alonso Martínez).
Alrededor de 45€ por persona.
Jack’s Library
Jack’s Library es una floristería que vende plantas liofilizadas y velas y una librería que vende cócteles. Murray, que es el dueño, dice “llegué a Madrid hace diez años y desde entonces solo he hecho cócteles”.
La experiencia de hacer cócteles le viene del bar que linda con Jack’s Library. Ficus –que es como se llama y que es otro homenaje a la abuela– también es de Murray y ahí prepara coctelería contemporánea. El speakeasy de al lado ofrece una carta más clásica. Al respecto de esto, Murray dice: “los cócteles sencillos son los que disfrutas y repites” y añade “si tiene siete capas de sabores y trufa de Kazajistán y aceite de soja y seis algas… sabe muy bien, pero te cansa”.
Calle de Santo Tomé, 6.
Alrededor de 12€ por cóctel.
Shuwa Shuwa
Shuwa shuwa lleva un tiempo difundiendo la cultura del sake (es un bar especializado en sakes) en Madrid. Y con la voluntad de consolidarse no solo como restaurante, sino como escuela de divulgación, lugar de cursos y de compromiso con la cultura del vino de arroz, su trabajo es doblemente interesante porque disfrutas, claro, y aprendes.
Calle del Conde de Xiquena, 12
Menú degustación: 68€ por persona + 18€ con maridaje de sake.
Qué ver en Salesas
Plaza de la Villa de París
Aunque esté al lado de Colón, es una plaza opuesta: aquí no hay un coche (más allá de los aparcados en las instancias de los tribunales). No es frecuente encontrar un lugar tan verde y agradable, sin terrazas, kioscos u otros negocios desperdigados por el espacio. Y es precisamente la falta de bullicio lo que dota de una atmósfera encandiladora a un rincón que, además, está presidido por la estampa señorial del Tribunal Supremo. Los árboles, las estatuas y los edificios circundantes le dan a la plaza un aire parisino, haciendo honor a su nombre, que puede llegar a recordar al jardín de Luxemburgo en miniatura.
Plaza de la Villa de París
Parroquia de Santa Bárbara
Se trata de la parroquia principal del barrio de las Salesas. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII, cuando Bárbara de Braganza fundó el (ya desaparecido) Convento de las Salesas Reales, que hoy alberga el Tribunal Supremo. En sus inicios se usaba como colegio para hijas de familias nobles y la reina lo contemplaba como lugar de retiro en caso de que el rey Fernando VI falleciese antes que ella.
La entrada al templo, uno de los más impresionantes de Madrid, está precedida por un jardín y una gran escalinata doble, obra de Miguel Durán Salgado.
Calle de Bárbara de Braganza, 1
Cachito de Cielo
«Jesús te espera». Con esas palabras la puerta de acceso a la capilla Cachito de Cielo recibe cada día a los fieles y curiosos que se acercan hasta ella. Una capilla muy particular porque, entre otras cosas, permanece abierta ininterrumpidamente las 24h del día. Esto la convierte desde 2010 en una de las cuatro sedes de la capital de la adoración perpetua, «quedando expuesto Jesús sacramentado para ser adorado 24 horas al día, 365 días al año», recoge la web Adoración Eucarística Perpetua en España.
Esta pequeña capilla, de estilo neoclásico, pertenece a las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada y se encuentra en los bajos de un edificio del siglo XIX que, de no saber lo que alberga, pasa completamente desapercibido.
Travesía de Belén, 1
Qué hacer en Salesas
Abanuc
Abanuc es una de las tiendas de belleza más especiales de Madrid y no solo porque tiene una selección de marcas nicho de lo más exclusivas. Este local del barrio de Salesas era en su anterior vida una librería especializada en abogacía que ha mantenido sus antiguas estanterías de madera noble, solo que ahora hay cremas, perfumes y velas en sus estantes de marcas como Diptyque o Byredo, entre otras.
Plaza de las Salesas, 10
Taschen
Taschen, que es la librería de la editorial homónima, extiende su red de librerías por trece metrópolis como Berlín, Londres, París, Hong Kong y, desde 2020, Madrid. De este modo, Madrid se elevó a la categoría de ciudad-que-cuenta-con-una-librería-Taschen.
El catálogo editorial de Taschen se especializa en publicaciones de arte, diseño, arquitectura fotografía o cine. Y muchas de sus ediciones son de coleccionista. Ejemplos de esto último son el libro del Tarot de Dalí o, uno de los más populares, Los archivos personales de Stanley Kubrick.
Calle de Barquillo, 30
Despacio Concept Store
La clave de este concept store está en su nombre: Despacio. Todas las marcas ya sean de diseño de interiores, de moda o papelería respetan las normas de los procesos responsables y sin grandes ambiciones económicas, colecciones pequeñas, en las que el concepto y la estética prevalecen. Es una tienda perfecta para comprar algún detallo o regalo, como sus jaras de Hay, vasos de Ferm Living, o los cuaernos y bolis de Kartotek Copenhagen.
Calle de Belén, 10
La Peliculera
En La Peliculera es habitual tener que hacer cola antes de entrar en la tienda. Lafotografía analógica está de moda, y la cantidad de recientes interesados en cámaras, especialmente las de segunda mano, tipos de carrete y diferentes formatos con los que se puede crear solo va en aumento. También tienen cursos para aquellos que quieren profundizar –incluso reparan cámaras rotas.
Calle de Argensola, 2
Teatro María Guerrero
Suele decirse de todo inicio que es complicado, y el caso del Teatro María Guerrero no es una excepción, pero, definitivamente, confirma la regla. El teatro se inauguró en octubre de 1885 bajo el nombre de Teatro de la Princesa, y en el evento participaron la reina María Cristina e Isabel II, así como la flor y nata de la sociedad del momento.
Solo unas semanas después Alfonso XII murió y, como consecuencia del luto en la corte, dejando al teatro en una situación económica delicada. En 1908 lo adquirieron María Guerrero y su marido, bajo cuya dirección estrenaron autores como Jacinto Benavente, Valle-Inclán, Muñoz Seca, Álvarez Quintero y Benito Pérez Galdós.
Desde 1978 es sede del Centro Dramático Nacional y su sala principal tiene un aforo de 538 butacas.
Calle de Tamayo y Baus, 4
Este artículo ha sido escrito a diez manos por Alberto del Castillo, María F. Carballo, Isabel Nieto , Lucía Mos y Elena Francés.